Denuncian vecinos, piden ayuda de ecología municipal y de Seapal
Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV
Vecinos demandan la ayuda de Seapal y ecología municipal, denuncian agua estancada foco de contaminación camino a la delegación de Las Palmas.
De acuerdo con reportes de un grupo de vecinos de la zona, desde hace varias semanas se nota la presencia en un predio de agua estancada, “o sea del lugar que usan como drenaje”, añaden en el escrito.
Por lo que es imperante la atención de Seapal, organismo operador del agua en Puerto Vallarta, que aún preside el ingeniero Oscar Castellón, así como de la dirección de ecología, cuyo titular es el maestro Luis Fernando González Guevara.
En primera instancia se dijo que era solamente agua estancada, pero los quejosos afirman que los causantes tienen la tubería pero esta pasa por debajo de una entrada a una birriería, pero “estas tuberías son para disimular que van al drenaje, pero no es así, se observa que ellos no tienen drenaje”.
Aseguran, “lo anterior se ubica entre la carretera a la delegación de Las Palmas y una barda del campo de beisbol”.
Este medio consultó con Oscar Castellón director de Seapal y con el maestro Guevara de ecología municipal, quienes se comprometieron a trabajar para coordinarse y en estos días, hacer un recorrido de manera conjunta para investigar de que se trata y tomar cartas en el asunto.
Lo que ocurre con esta denuncia ciudadana de agua estancada, sin que se conozca a fondo cuales serían los causales, prende focos de alerta, para todo tipo de contaminación, sea cual fuere e motivo, estancamiento, fuga, o que no haya conexión al drenaje sanitario.
Por lo pronto es importante advertir que los contaminantes del agua pueden ser de muy diversa índole: residuos sólidos, líquidos o gaseosos; sólidos en suspensión; materia tóxica; microorganismos infecciosos; desechos radiactivos.
Estas sustancias dan al agua propiedades indeseables, como corrosividad, incrustabilidad, toxicidad, mal olor, mal sabor y mala apariencia.
Los sólidos en suspensión, cuando son excesivos, reducen la penetración de la luz y por consiguiente limitan la fotosíntesis de las plantas marinas, ocasionando su degradación, lo que a su vez disminuye la aportación que hacen de nutrientes al medio acuático.
Cuando el daño es excesivo, las plantas mueren y se provoca la corrupción del medio; el oxígeno disuelto prácticamente desaparece y con ello la posibilidad de sustentar vida. Estas son las «aguas estancadas», de mal olor y apariencia.
Los productos químicos causan alteraciones que pueden llegar a alcanzar gran peligrosidad. Por ejemplo, los plaguicidas tienen componentes de gran agresividad química cuya función es precisamente eliminar formas de vida nocivas. Sin embargo, al ser arrastrados por la lluvia o por las aguas de riego, indirectamente también los resienten otras formas de vida aunque, originalmente, no estuvieran dirigidos a ellas. Inclusive pueden ser asimilados por los peces a los que causan daño, como también a los animales que los consumen, incluido el hombre.
Los fertilizantes contienen fósforo, nitrógeno y potasio, todos ellos necesarios para el crecimiento sano de las cosechas. Pero al ser arrastrados a esteros y lagunas provocan un crecimiento desmedido de las especies acuáticas, alterando el equilibrio ecológico. El medio acuático, al no poder soportar un excesivo crecimiento, se deteriora, mueren muchas plantas y causan descomposición, consumo de oxígeno disuelto en la putrefacción y afectan al ecosistema.
Los detergentes son unos de los peores enemigos del agua, pues en su estructura química contienen compuestos que no se degradan fácilmente. Los fosfatos que los forman generan verdaderas montañas de espuma que interfieren seriamente con la vida acuática, arruinan el valor estético de los cuerpos de agua y son un verdadero dolor de cabeza en los sistemas de tratamiento para su purificación.
Otros contaminantes dañinos son los metales pesados, como el mercurio, el cadmio, el plomo, el arsénico, el cromo, etc. que provocan graves anormalidades en la salud. El cadmio, por ejemplo, trae consigo enfermedades cardiovasculares; el mercurio, que por asimilación de los peces, se transforma en metilmercurio o mercurio orgánico, provoca la pérdida de control en los movimientos, ceguera y finalmente, la muerte. El arsénico es cancerígeno en pequeñas cantidades y letal en dosis medias, como lo son también el plomo y el cromo, principalmente.