Trascendió extraoficialmente que Ramón Guerrero, ordenó a sus funcionarios no meter las manos por alguien que sea retenido en el operativo del alcoholímetro
Humberto Muñoz hizo un exhorto para que servidores públicos que incurran en este delito de manejar en estado de ebriedad y sean retenidos, paguen multa y les sea recogido su vehículo
Por Mauricio Lira Camacho
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Sobre aviso, regaño, no influencias.
Ramón Guerrero habría regañado a funcionarios quienes trataron de usar influencias a su nombre, para que Martín Rolando López, del instituto municipal de la juventud, no pagara multa ni arrastre de su vehículo, por manejar en estado de ebriedad.
Trascendió extraoficialmente que de los más allegados a su equipo de trabajo, recibieron reprimenda porque mientras el gobierno municipal que encabeza lucha para que haya menos accidentes vehiculares derivados del consumo excesivo de alcohol, no se quiera poner el ejemplo cuando un servidor público cae en este operativo que lleva a cabo cada fin de semana, el cuerpo de elementos de tránsito municipal, que encabeza Jesús Rodríguez Campoy.
En esa jornada, fue retenido Martín Rolando López del IMJ, habiendo obtenido más de 0.60 grados de alcohol en su cuerpo, pero de inmediato acudió por medio de llamadas telefónicas de su celular para que amigos del gobierno, lo sacaran del problema.
De inmediato, acudieron de su departamento quienes hicieron llamadas y que, a nombre de Ramón Guerrero ordenaban lo dejaran libre sin pagar multa ni que el auto fuera llevado al corralón.
Súplicas que no fueron atendidas por los agentes de tránsito, encargados del programa y el operativo.
Al respecto, el regidor panista, Humberto Muñoz Vargas, elogió la actitud de los elementos de tránsito, quienes no se dejaron llevar por la presión de quienes forman parte del equipo íntimo del alcalde y dejaron finalmente que este joven empleado pagara su falta.
Exhortó a la propia autoridad no haya tráfico de influencias, para que amigos y compadres o empleados municipales, si son retenidos por manejar en estado de ebriedad, no incurra en perdonar faltas y pago de multas.
Todos parejos o todos rabones, sentenció.
Cabe destacar que este pasado fin de semana, Martín Rolando López del Instituto de la Juventud en el gobierno municipal de Movimiento Ciudadano, cayó retenido en el alcoholímetro, no pudo pagar infracción y fue llevado esposado a la cárcel en Las Juntas.
Obtuvo más de 0.60 grados de alcohol en su cuerpo, era evidente su estado de embriaguez, ante ello nada pudo hacer.
Héctor Briseño jefe de recursos humanos en la oficialía mayor administrativa, cuyo titular es Ignacio Guzmán, estuvo platicando con algunos colaboradores quienes llegaron al operativo de alcohol, implementado en las inmediaciones de la unidad deportiva Agustín Flores Contreras, por la subdirección de tránsito de Jesús Rodríguez Campoy.
El objetivo que no le hicieran efectiva la multa al joven funcionario de la dependencia antes citada, un muchacho de menos de 25 años de edad y otro cercano a los 30 años, llegaron al lugar de los hechos una vez que Rolando López ya estaba detenido.
Desde ahí, dijeron a los agentes de tránsito, que tenían en la línea por el teléfono celular a Briseño, para que éste es indicara dejaran ir al servidor público quien permaneció toda la madrugada sentado en el lugar de los acusados, portando un pantalón de mezclilla color azul y una playera naranja.
Su semblante era de cansancio y no se inmutaba para hacer varias llamadas desde su móvil.
Extraoficialmente se supo, que este par de ayudantes en el instituto local de la juventud del actual gobierno de Puerto Vallarta, comentaron a los comandantes de la dirección de tránsito municipal que había ordenes de la propia titular del sistema para el desarrollo integral de la familia, Magaly Fregoso y del secretario particular de Ramón Guerrero, el propio Oscar Pérez, para que lo dejaran ir.
Cabe destacar que llegó un momento dado en el que el comandante Juan Villalvazo, le preguntó a este par de jóvenes que quien era su jefe, éstos sin dudar le dijeron que el propio presidente municipal de Puerto Vallarta.
El servidor público del área de tránsito municipal, les comentó que si el jefe de ellos le hablaba, verían que pasaba y con mucho gusto, de esta forma, quienes iban a defender al muchacho infractor, nunca lograron acreditar las llamadas.
Solamente lograron que lo hiciera Héctor Briseño de recursos humanos, pero nadie les tomó la llamada.
Cuando los dos jóvenes del instituto municipal de la juventud, sintieron la presencia del medio de comunicación, quien los cuestionó si estaban tratando de lograr algún contacto con el propio presidente municipal Guerrero o de alguien más, para que el muchacho Martín Rolando López, no pagara la multa y saliera libre con todo y su automóvil, a pesar de que el alcoholímetro marcó estado de embriaguez negaron todos los hechos.
Que trabajaban en esa área y que no conocían a Oscar Pérez ni a Héctor Briseño, mucho menos que estuvieran tratando de buscar al alcalde Ramón Guerrero.