El alcoholímetro se instaló en el crucero de Las Juntas, lo que ocasionó severo congestionamiento vial y el enojo así como malestar tanto de automovilistas como de camioneros
Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV
El operativo alcoholímetro en Las Juntas provocó además de grave congestionamiento vial, el enojo así como malestar de automovilistas y camioneros.
Una larga fila de unidades de todo tipo, tardaron varios minutos en transitar de las instalaciones de la unidad militar número 42 hasta el crucero de la delegación.
Elementos de la subdirección de tránsito municipal, redujeron a un solo carril el paso de las unidades lo que repercutió en un menor paso ante el gran volumen que iba avanzando por la carretera de salida a Nayarit.
El malestar era generalizado de conductores de pesados tracto camiones quienes habían planeado salir a tiempo.
En tanto automovilistas que salían de trabajar rumbo a Bahía de Banderas o de turistas, resintieron, el nudo vial que se formó.
Taxistas que debían llevar a pasajeros a algún punto en determinado, estaban inconformes por la situación que se vivía a esa hora de la noche.
Trabajadores del volante del sitio en el crucero de Las Juntas, reclamaron que tránsito había cerrado laterales por lo que no había clientes.
Residentes que de sur a norte, esto es de Puerto Vallarta iban a la delegación de Las Juntas, Ixtapa y Las Palmas, forzosamente debían cruzar el operativo del alcoholímetro, el promedio de tránsito desde la curva del aeropuerto internacional, Gustavo Díaz, era de 40 minutos.
Al paso de automóviles por el módulo atendido por tránsito municipal, se escuchan los sonidos de los claxon de los automóviles reprobando el operativo ahí.
Las mentadas de madre estaban a la orden día, y un pasajero de taxi, enfurecido gritó ¡Qué bárbaros, chinguen a su madre!, ¡Ahí están bien, sigan así!, gritaba otro.
El clímax del malestar, fue que frente al módulo de tránsito, se detuvo un vehículo compacto conducido por una joven que enojada, pidió la presencia del encargado del operativo.
Estando frente a él, le dijo que era injusto hicieran el operativo a esa hora, ese día y en ese lugar, “tengan consideración de las personas, muchas salieron a divertirse otras como yo con necesidades fisiológicas debemos llegar a nuestros domicilios, he hecho una hora de camino, no se vale, sean conscientes”, le dijo al agente de tránsito.
La joven estaba sumamente molesta por esta situación y solicitó a la autoridad fueran más prudentes a la hora de hacer este tipo de operativos, golpean con su actitud a quienes vivimos aquí y la imagen que de aquí se llevan los turistas nacionales e internacionales, es pésima.
El agente de tránsito encargado del operativo solamente se limitó a decir que estaban para prevenir accidentes originados por conductores ebrios y a salvar vidas inocentes, todo tenía un precio.