Texto y Fotos de Antonio Retes
Este pasado fin de semana atestiguamos la integración, concientización ecológica y solidaridad entre sectores ciudadanos en la demarcación de San Vicente, entre profesores de primaria y secundaria, alumnos, padres de familia y el Comisariado Ejidal que encabeza José Guadalupe Flores García, al acudir todos a conocer la zona de rescate ecológico, reforestación y observación de ecosistema y especies.
Niños y jóvenes de primaria y secundaria conocieron en campo la importancia de las tareas de reforestación y de cuidado del medio ambiente.
El ejido San Vicente continúa con sus labores de vigilancia comunitaria de su recurso forestal haciendo partícipes a los niños y padres de familia a través del grupo Nayarit Ambiental de la CONAMM y el grupo de vigilantes comunitarios del ejido, quienes dedican su trabajo voluntario para potencializar el escaso recurso que han logrado bajar de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).
EL EJIDO CONVOCA, LA COMUNIDAD RESPONDE
Asegura el presidente del ejido que «Aprovechando los recursos naturales de este municipio, el ejido pone su grano de arena para paliar las consecuencias de las impactaciones ambientales. Hay recursos -los que pueden conseguirse en la federación-, pero nadie hace vigilancia ni recupera lo devastado. De qué sirve que se consigan 20 mil arbolitos y se tomen la foto una vez cada tres años si nadie regresa a hacerles cajete, regarlos, cuidarlos de las plagas,» señala.
La falta de cultura de conservación del ambiente y el significado de «Desarrollo Sustentable» es la principal causa de la deforestación, además de las bandas criminales que trafican madera, desde la más corriente hasta las maderas preciosas y que operan en todo el país. Pero en lo doméstico también hay crisis por usos y costumbres: «Gente sin conciencia hace uso del recurso maderable para abastecerse desde leña hasta postes para cercos, por eso el deterioro de los últimos 30 años», comental el ejidatario, quien menciona que menos de la mitad de las comunidades agrarias tienen Brigadas Forestales, y son los ejidos de San José del Valle, San Vicente, El Colomo, Fortuna de Vallejo, Valle de Banderas y Aguamilpa.
EL PROYECTO SEGÚN CONAFOR
La Comisión Nacional Forestal asigna un recurso de 700 pesos anuales por hectárea a las comunidades agrarias que se dan de alta e ingresan a un programa que dura cinco años: «El proyecto que visitamos implica 3200 hectáreas del ejido San Vicente y vamos apenas por el segundo año, con lo que se ha logrado colocar en la zona de prueba o vivero ejidal algunas 2 mil especies, pero se han sembrado 7 mil más por cuenta del ejido y el apoyo y voluntad de la comunidad ejidal», comentó el comisariado.
Especies como el Brasil, Capomo y Tampicirán son las principales que se han colocado en reforestación, pero queda más que claro la necesidad de que cada peso que se asignen a este tipo de programas se aterricen y operen en la misma comunidad y no desde el escritorio.
EL APRENDIZAJE
Acudieron a este recorrido del pasado viernes 7 de febrero, alumnos de la secundaria del fraccionamiento La Misión, de la Secundaria Técnica 52 de San Vicente y niños del programa de atención para alumnos con capacidades sobresalientes de primarias de la zona escolar que abarca San Vicente. Muchos con sus celulares tomaban fotos del follaje, de especies en desarrollo y de árboles que algunos desconocían y algunos pocos que enseñaban a sus compañeros los nombres de los mismos, orgullosos al contar que acompañan los fines de semana a sus padres o abuelos ejidatarios a éstos lugares.
Uno de los profesores de secundaria también es ejidatario, y a pesar de la apatía de sus compañeros maestros que alegan «falta de tiempo», impulsa con agrado desde su trinchera la iniciativa de su comisariado ejidal.
«Hasta uno aprende», nos comentó una madre de familia que fungía como responsable del grupo de niños de primaria, mientras llegábamos al final del recorrido a pie por las cristalinas aguas, cerro arriba, del arroyo del Indio que desemboca en Bucerías, entre las colonias Paraíso, Ovando y Centro de aquella comunidad costera, muy contaminado y deteriorado por las irregularidades en las descargas de aguas residuales, tanto desde las casas como del drenaje entubado indebidamente al centro del cauce.
El compromiso para la continuidad de estas acciones conjuntas entre las Brigadas Forestales del Ejido San Vicente, papás, maestros y Alumnos con la CONAFOR será la siembra y adopción de un árbol, por lo que se esperan otros recorridos en las próximas semanas.
Por ultimo, los niños se tomaron la foto del recuerdo al paso de regreso en el basurero municipal de Bahía en el predio Los Brasiles, donde desgraciadamente para abrir patio de maniobras y empezar a cubrir con tierra, hubo que mover toneladas de basura hacia el lado del camino de acceso, dando un pésimo aspecto, paisaje que se llevaron estos alumnos de primaria y secundaria como aprendizaje de lo que no debe ocurrir.
Uno de los niños de primaria nos señalaba asombrado que ese basurero era el asesino ecológico de la bahia.
Y tiene toda la razón.