“El Chupón”, Ejemplo de Motivación y Orgullo de Inversionista

Su discapacidad física, producto de un accidente, no le limita a trabajar

Noticias de Bahía de Banderas, Nayarit//Samuel Flores

Se llama José Curiel Ramos, orgullosamente dice que le llaman “El Chupón”; el mote dijo, lo ganó cuando estaba chiquito, vivía en San José del Valle, se crió en la casa de don Juan Cuevas y sustraía la leche del refrigerador y se escondía en un rincón a tomársela con popote para que nadie lo escuchara, pero lo descubrían y le decían, ya estás con el chupón y así se le quedó, El Chupón.

Fue el 30 de junio de 1992, cuando teniendo 15 años de vida, su vida cambió, sufrió una descarga eléctrica, en el viejo cine de Valle de Banderas, ahí estaba trabajando junto con otros siete compañeros, la descarga le entró en uno de sus brazos y le salió por un costado del estómago; perdió el conocimiento y la noción de tiempo; al reaccionar, se encontraba ya en el hospital.

Producto del accidente, le tuvieron que cortar ambas manos, de un oído escucha muy poco y del otro dice que nada; su vida le cambió por completo, pero el orgullo y el deseo de superarse y de ayudar a sus padres, lo estimuló a ir en busca de trabajo; en varios intentos, por el hecho de mirarlo con sus manos cortadas hasta la altura de los codos, le negaron el trabajo, sin imaginar que este joven, es muy trabajador.

Hace 2 años, Federico “Fede” el hermano del Chupón, un capitán de meseros del hotel Marival, le dijo a uno de sus compañeros que iba a abrir un restaurante, que le diera una oportunidad de trabajar al “Chupon”, que se llevaría una sorpresa; hoy ese restaurante llamado Pollos y Carnes al carbón “El Costeño”, se siente orgulloso de tenerlo como empleado; ha aumentado sus ventas y el “Chupón”, ha sido un ejemplo de superación para muchos.

Lava trastes, lleva pollos asados a domicilios, hace la limpieza general en el restaurante, sirve de mesero y hasta de cocinero cuando es necesario; lo mismo le da barrer el lugar donde está el negocio, que irse en su bicicleta a llevar los pedidos; una empresa reconocida a nivel internacional, al verlo, lo invitó a formar parte de su plantilla laboral por una semana, se le explicó para que y ahí muchos trabajadores que decían no poder hacer algo, el Chupón, les puso la muestra.

También lo mandan llamar para que haga el aseo en recamaras, en fín, hoy en día el Chupón ha logrado impresionar y motivar a la gente; vive feliz, la gente lo ayuda con las propinas y es así como ayuda a sus padres; ayer su apuro era, porque una novia lo esperaba y su prisa era por llevarla a pasear y a disfrutar un rato del cine.

Mariano González de León, propietario de “El Costeño” ubicado frente al salón ejidal de San José del Valle, dijo sentirse contento y orgulloso de tener de trabajador al Chupón, porque como está sin sus manos, hace el 95% de los trabajos que puede hacer cualquiera de las personas que tengan completos sus brazos, no necesita mandarlo y al contrario, le ayuda a cuidar el negocio, agrega.