* En ese entonces, el departamento jurídico del VI Ayuntamiento, que encabezó Jaime Cuevas así como la Sindicatura, se hicieron de la vista gorda y dictaminaron que si procedía la permuta que a la postre el Cabildo autorizó sin haber analizado e investigado los hechos que para entonces ya se habían ventilado públicamente en este medio de comunicación.
Por Paty Aguilar
NoticiasPVNayarit
Luego de ocho años de juicios agrarios y civiles, así como un sinnúmero de amparos interpuestos por todas las partes involucradas, finalmente, la familia Valencia Ochoa, ganó dichos juicios a favor de su madre, la señora Martha Ochoa, recientemente fallecida, quien recupero su derecho agrario sobre el predio de 15 hectáreas donde en 10 está construida la Unidad Deportiva de San José del Valle.
Mientras que las otras 5 son parte de la colonia La Aurora que fundó el profesor y ex regidor, Martín Estrada. Sin embargo, con la sentencia final del juicio agrario a favor de esta familia, quedó al descubierto la corrupción municipal y fraude a particulares donde se incluye a las familias que viven en la colonia La Aurora.
El origen de esta gran corrupción entre particulares, regidores, funcionarios municipales, ejidatarios y empresarios del desarrollo turístico Brisas Vallarta, ahora B Nayar, empezó en el seno del Ejido de San José del Valle, donde Rafael Cervantes Padilla, como presidente del comisariado, hizo a un lado el juicio agrario que interpuso la familia Valencia Ochoa, para recuperar el derecho agrario de su madre sobre dicho predio que tenía ya un titulo parcelario a nombre de Carlos Ochoa Peña, tío de los afectados.
Rafael Cervantes, con la autorización de la Asamblea, aceptó cobrar el derecho al tanto de dicho predio y con ello, el hijo de Carlos Ochoa, Guillermo Ochoa a quien había cedido esta tierra, pudo escriturar 10 hectáreas de tierra al desarrollo Brisas Vallarta y estos a su vez escrituraron al Ayuntamiento de Bahía de Banderas a cambio de la donación de poco más de 3 hectáreas de valiosa tierra en la Cruz de Huanacaxtle que debían dar al municipio como parte del 10 por ciento que por ley le correspondía entregar.
En ese entonces, el departamento jurídico del VI Ayuntamiento, así como la Sindicatura, se hicieron de la vista gorda y dictaminaron que si procedía la permuta que a la postre el Cabildo autorizó sin haber analizado e investigado los hechos que para entonces ya se habían ventilado públicamente en este medio de comunicación.
Es decir, se dio amplia cobertura informativa sobre el juicio agrario de los hermanos Valencia Ochoa y también sobre el desventajoso convenio que se contrajo con la permuta en contra del patrimonio municipal que en aquel ayer, oscilaba en los 120 millones de pesos que no entro al erario municipal.