En el mercado de Aramara, repartidores y proveedores de diversos productos no respetan las rampas destinadas, para personas que tienen alguna discapacidad
Por Mauricio Lira Camacho
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Choferes de camionetas repartidoras no respetan las rampas que son destinadas para discapacitados en el mercado de Aramara.
Es un centro de afluencia considerable de usuarios al mercado, pero también de proveedores, el único callejón que permite estacionamiento para los vehículos, es insuficiente para todos.
Por ello, es frecuente que existan autos estacionados en doble fila, invadiendo calle y ahora, las rampas para el uso de discapacitados o personas de la tercera edad que usan sillas de ruedas.
En el frente del mercado, existen varios locales que se dedican a la venta de fruta y verdura, tortillería, renta y venta de películas, así como de productos del mar.
Para ingresar al mercado existen tres frentes y en todos hay rampas, pero en ningún caso los automovilistas respetan.
En el caso que ocupa la gráfica que ilustra esta nota, se trata del conductor de una camioneta repartidora de productos chatarra, no le importó que hubiera que un mínimo espacio para estacionarse, sino que además ocupó la rampa de subida y bajada destinada para personas de la tercera edad y discapacitados.
Esto es un delito que está debidamente tipificado, pero que difícilmente algún elemento de tránsito, hace valer, debido a la falta de recorridos de inspección y supervisión.
Cabe destacar que en los últimos años, se ha puesto énfasis en los reglamentos de tránsito para dotar de herramientas más fuertes que permitan dar una protección a los espacios destinados para personas minusválidas.
Sobre los planteamientos que se deben tener en las administraciones, con relación a las políticas públicas de atención a grupos vulnerables y a personas con alguna discapacidad física, e deben ejecutar proyectos de amplia visión de desarrollo para este grupo de la sociedad a fin de que tengan asegurado su movilidad y desplazamiento como cualquier otro ciudadano lo hace.
Además de la pintura y rehabilitación de los espacios y accesos, se deb contemplar la posibilidad de que el recurso generado en multa por no respetar los cajones, se emplee en estos trabajos.
Actualmente se está trabajando en un programa de desarrollo y desplazamiento, para que se actualicen las calles y sean una verdadera vía de transporte para todas las personas y no obstaculicen a los ciudadanos discapacitados.