· El Día de las Madres debe ser de doble felicitación para estas mujeres “Me los dejó encargados (la madre biológica) cuando tenían 2 y cuatro años de edad, hoy tienen 10 y 12 años y por parte del DIF se me gestionó su tutela y pronto espero lograr su custodia. Son mis hijos y yo daría la vida por ellos” dijo su madre de crianza, Rosa Jiménez, de 52 años de edad.
Por Paty Aguilar
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Los pequeños saben su origen, saben cómo y porque viven con mamá Rosa quién los tiene bajo su tutela desde hace 8 años, tiempo en el cual, su madre biológica no ha hecho el intento de acercarse a ellos. Tienen su domicilio en la colonia Bicentenario. Los menores cursan quinto y sexto grado y son excelentes hijos y estudiantes, sobre todo el mayor que además de ser pintor artístico, obtiene calificaciones arriba del 9, por lo que fue nombrado Sargento de la Escolta de su escuela primaria en la comunidad de San Vicente, inscrito ya para empezar su secundaria en el próximo ciclo escolar 2015/2016.
A punto de irse a clases en el turno vespertino, Elvin Francisco de doce años y José Guadalupe de 10 años, se acercan a su madre para despedirse, donde ella, sobre la tapa de un tambo que le sirve de comal, está haciendo tortillas hechas a mano para vender, Rosa les da unas monedas y los niños, luego de platicar con este medio de comunicación se despiden porque se les hace tarde para llegar a tiempo a su primaria.
Rosa tiene 52 años de edad y se enorgullece de poder dar vida a estos pequeños, de criarlos. Se le pregunto si era difícil para ella criarlos, así contestó “No, no, porque estoy impuesta a rajármela y sacar adelante lo que sea, todo el tiempo he trabajado. Para mí no es difícil seguirles dando estudio. Mi esposo tuvo un accidente y durante 14 años no pudo trabajar y salimos adelante, así que ahora que mi esposo también puede trabajar, pues con mayor razón puedo sacarlos adelante. Ellos son mis hijos y daría la vida por ellos” dijo muy emocionada y segura de sí misma.
Durante los primeros meses que los tuvo con ella, supo que la madre biológica de los menores, que previamente había lesionado gravemente al mayor de los hermanos, uno de los motivo por el cual el DIF Municipal, intervino, hizo comentarios sobre que cuando ella quisiera podía recoger a sus hijos, por ello fue que Rosa solicitó se le diera la tutela de los menores, lo cual consiguió luego de que se realizó una exhaustiva investigación y amplia entrevista con los niños y es que su madre biológica se los encargó varias veces por varios días, hasta que de plano ya no regresó por ellos, incluso, los ha encontrado caminado junto a Rosa, y la madre biológica mejor les da la vuelta. El padre biológico de los menores, que también se desentendió de sus hijos, es sobrino del esposo de Rosa.
Debido a que los menores no fueron atendidos debidamente por sus padres, el DIF Municipal de aquel entonces, ofreció una orden de restricción para evitar que inquietaran a los menores, derivado de las agresiones físicas que habían sufrido, pero no ha sido necesario hacer uso de ello, puesto que sus padres no tienen, hasta ahora, interés en acercarse a ellos, por lo que su vida se ha dado en un ambiente de paz y tranquilidad en el cual, Elvin Francisco, ha tenido de la oportunidad de desarrollar su habilidad para pintar artísticamente y ambos, a pesar de las carencias materiales en su hogar, cuentan con el cariño y protección de Rosa y su esposo y eso los ha impulsado a aprovechar de manera sobresaliente sus clases en la primaria.
Esta breve historia, nos demuestra, que el título de Madre no se adquiere solo por el hecho de parir, sino que este concepto define a la mujer que dedica su vida para criarlos con dedicación y entrega, con esfuerzo y sacrificios, con desvelos y siempre en vigilia, los hayan parido o no, como el caso de Rosa y tantas otras mujeres que la vida les dio la gran oportunidad de criar hijos que no son de ellas.
La fecha festiva más importante de nuestra sociedad, de México, es precisamente el Día de las Madres, pero mujeres como Rosa, que hay muchas en el país, merecen un doble reconocimiento y una amplia felicitación y distinción por el amor maternal que prodigan sin cortapisas hacia quienes están indefensos y necesitados de afecto, cariño y orientación; los hijos biológicos de aquellas madres que por diversos motivos, deciden alejarse de ellos.