* Además que su mercancía es imitación, deja mucho que desear su aspecto ya que carecen de uniforme y debida acreditación.
Por Mauricio Lira Camacho
Noticiaspv
Vendedores de alpaca ahuyentan al turista que transita en el malecón II. Es frecuente que ocurran estas situaciones de manera constante, en lo que se supone es un recorrido tranquilo y seguro para el viajero. A pocos metros donde se ubica la fuente de los delfines, existe un búnker de vendedores de artículos de plata, quienes desde temprano se organizan para dejar a la vista su extensa mercancía que ofertarán a los turistas.
Sin embargo, se trata de varios trabajadores que no cuentan con una identificación visible. Su presentación deja mucho que desear y la gran mayoría no domina al menos el idioma inglés. Salen de la nada, con un pañuelo en su antebrazo que cubre dos o tres pulseras de plata.
Se acercan bruscamente al posible cliente y este al verlo se aleja de inmediato con una negativa, siquiera a escucharlo. Es la primera impresión que tienen, quienes salen a recorrer el malecón.
En especial, hay un vendedor de edad avanzada, con el pelo inundado de canas, con apenas 1.66 metros de estatura, tez morena y vestido de manera informal es quien, entre sus compañeros, es conocido como una persona carente de tacto para vender sus productos a los clientes.
Estos, que caminan por el paseo peatonal que ofrece la nueva versión del malecón, no están acostumbrados a que los aborden de esta manera. Con un atropellado inglés, este vendedor se abalanza a las parejas de matrimonios de edad avanzada de nacionalidad extranjera, con el propósito de venderles productos.
Su forma agresiva de llegarles, ocasiona que los extranjeros digan no, y se alejen de inmediato.
Quienes lo conocen, afirman que la personalidad de este vendedor se debe a que nunca ha querido acudir a platicas acerca de sensibilidad social y de trato a los turistas. Este fenómeno es común, que la mayoría de los vendedores de artesanía y plata, no están uniformados, ni debidamente acreditados y carecen de una cultura general para poder entablar una charla con el turista.
En la gran mayoría de las ocasiones, son los vendedores de plata (falsa mejor conocida como alpaca), los que ahuyentan de entrada a los turistas que pasean diariamente a lo largo y ancho del malecón. El tradicional y el ampliado.