Una vez que terminen la obra del malecón, está latente la preocupación de vendedores por la repartición de espacios, ello aún cuando recibieron la promesa del alcalde, de que todo seguirá igual
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Ahora son los vendedores ambulantes de diversos productos, los que tienen la incertidumbre acerca de la ubicación que tendrán una vez que terminen el malecón.
Se entrevistaron con el presidente municipal, Salvador González, la mañana de este miércoles y a pesar de que tienen la promesa de que todo será igual, tienen sus reservas.
Se trata de varios vendedores que por años, tienen en el centro de la ciudad su base de trabajo, pero que por cuestiones de obra, fueron enviados a otras zonas dentro del primer cuadro de la ciudad.
Transcurridos más de 4 meses, y viendo el avance de la obra, inquietos, se organizaron para solicitar información de la autoridad municipal.
Para José Luis de Jesús Florentino, vendedor de dulces y botanas, desde hace 8 años hoy más que nunca hay incertidumbre, por lo que pueda pasar.
Recordó que ya hace tres años, a otros trabajadores del malecón, como lo son pintores fueron reubicados al puente del río Cuale.
O de los artistas que fueron reubicados a otras zonas con todo y sus esculturas y están en el mismo proceso de no saber a ciencia cierta, en qué lugar quedarán.
Por su parte, Luis Manuel Alemán Moreno, representante de los vendedores ambulantes del malecón de Puerto Vallarta, que incluye a globeros, algodoneros, tuberos, y de duritos, aseguró que tienen la palabra del presidente municipal, de que no habrá ningún problema, todas las áreas serán respetadas.
En charlas informales con este medio, varios vendedores de tuba han expresado que a raíz del inicio de los trabajos del malecón, la afluencia de visitantes bajó considerablemente por ende las ventas también, y este sector está consciente de la situación, solamente esperan que se les cumpla.
A lo largo del malecón, antes de las obras, los vendedores se podían desplazar por toda el área, sin embargo, ahora desconocen si tendrán la misma movilidad.
A los pintores los reubicaron, les dijeron de manera temporal en la plaza de armas, pero también desconocen si regresarán a su lugar natural.
Artistas de arena y escultores corrieron con la misma suerte, cabe destacar que algunos tienen el compromiso de reubicarlos pero a otros no.
Varios de los tuberos y vendedores de algodón, dijeron que temen si por darle un toque modernista al malecón y el futuro al centro de Puerto Vallarta, tenderán a desaparecer las costumbres e imágenes tradicionales de las actividades de esta zona.
Los tejados rojos, las casas color blanco, la música en el quiosco, los vendedores, relatan varios, son tradiciones que no deben desaparecer y esperan que la autoridad municipal, respete todo ello, ante el paso de los nuevos diseños arquitectónicos y medidas de impacto visual en el primer cuadro de la ciudad.