* Víctor Daniel «Dani» Regalado Mayorquín, de 25 años originario de San Blas, Nayarit, y Raúl Ruiz Manzo de 41 años originario de Cihuatlán, Jalisco, fueron rescatados por el Buque de la Armada de México. Además sobrevivieron a su máximo reto en su oficio como pescadores de La Cruz de Huanacaxtle, quienes vivieron la emoción al extremo de las lágrimas al ser rescatados por el navío «Escobedo» de la Armada de México a 35 millas náuticas de Manzanillo, Colima
Por Antonio Retes y Carlos Hernández
Manzanillo, Colima.- Sorprendidos por la intensa búsqueda que se desplegó en Bahía de Banderas, Raúl y Daniel, los pescadores que quedaron a la deriva desde el viernes a las 11 de la mañana, fueron rescatados ayer jueves a las 8 de la mañanana por personal del cañonero «Escobedo» de la Armada de México, a 35 millas náuticas mar adentro, frente al puerto de Manzanillo, en Colima.
Sobre el estado de salud en que fueron encontrados los náufragos, el Capitán de Corbeta Carlos Pizano, director del Hospital Naval, señaló que fueron encontrados en buen estado general de salud a pesar de que permanecieron siete días en altamar: «Se procedió en el propio cañonero «Escobedo» a proporcionarles primeros auxilios, estabilizarlos e hidratarlos, mientras que a Raúl se le extrajo el anzuelo que durante siete días tuvo encajado en su mano y que aquí llegó ya con una herida con tendencia a infectarse, por lo que se procedió a dejarla abierta y con las curaciones pertinentes, administrándole los debidos antibióticos para su mejor recuperación», dijo.
Acerca de cómo ocurrieron los hechos, y cómodamente instalados en el Hospital de la Sexta Región Naval con sede en éste puerto de Manzanillo, los jóvenes Raúl y Víctor Daniel señalaron que el problema se originó desde el pasado jueves cuando uno de los pescadores se llevó el radio de la panga «Bárbara Elizabeth» porque saldría en otra embarcación a trabajar ahí en La Cruz de Huanacaxtle: «Nuestra patrona es una señora que nos facilita ésta panga para trabajar, y se nos hizo fácil hacernos a la mar sin radio y sin GPS porque no tenemos propios. Al cabo estaríamos algunos dos días de buena pesca y de hecho tuvimos que tirar algunos 300 kilos de producto. Entonces ocurre que se rompe el tornillo del maneral, el oleaje estaba muy fuerte y decidimos regresar a tierra fijando el timón y el motor con dos palos, pero el motor empezó a perder potencia y a gastar mucho combustible hasta que se apagó y ya quiso arrancar».
Así los hechos, llamaron a su compañero «El Mexicano» para avisar que estaban a la deriva: «Luego la corriente nos empezó a arrastrar hacia el sur, pero afortunadamente llevábamos comida (sándwiches) con la que pudimos sobrevivir esos días e incluso esa fue nuestra cena de navidad», dijeron.
También narraron que observaban varios navíos mercantes a mediana distancia: «Pero seguramente por el tamaño no nos alcanzaban a distinguir», narraron.
EL PRIMER SOBREVUELO
Durante el segundo día a la deriva y ya perdido su equipo celular al dañarse la pila por intentar recargarlo con la corriente del acumulador de la lancha, esto es el pasado sábado, narran que observaban muy a lo lejos la línea de cerros, y hacia el norte observaron una avioneta: «Vimos un avión haciendo sobrevuelo muy lejos e incluso les hicimos señas con el impermeable, pero pues no nos alcanzaron a ver tampoco», señaló Raúl Ruiz Manzo, la cual coincide con la ruta y el horario en que por orden de Rafael Cervantes Padilla, una aeronave de Aerotron que facilitó el Capitán Enrique Tron Bereguer, hizo el primer sobrevuelo de búsqueda de los náufragos, lo cual agradecieron los propios pescadores.
CORRIMOS CON SUERTE
El Teniente Méndez Velázquez, mencionó que el cañonero «Escobedo» lleva provisiones periódicamente a la guarnición naval de la Isla Socorro, y en el trayecto de retorno a Manzanillo los encontró en la posición 18 grados 50 minutos 6 segundos longitud norte y 105 grados 13 minutos 01 segundo latitudo oeste, a 35 millas náuticas de Manzanillo, Colima, es decir, el equivalente de 58 kilómetros mar adentro.
«De no haber sido encontrados en este punto, pudieron seguir a la deriva hacia el sur retirándose de la costa. Otro punto donde pudieran haberlos ubicado era a la altura de Puerto Lázaro Cárdenas, Michoacán, pero muchas millas mar adentro debido a la naturaleza de la corriente del pacífico», señalaron.
A este respecto, Víctor Daniel y Raúl Ruiz se mostraron sorprendidos que todos estuvieran al pendiente y preocupados por su suerte. Con el rostro quemado por el sol, pero contentos y repuestos, estos hombres del mar se mostraron gustosos de que su familia ya viniera en camino: «Usamos nuestras cobijas como vela tratando de acercarnos a la línea de costa y creo que nos funcionó, aunque para cubrirnos del frío solamente usamos nuestros impermeables, y estaba muy duro pasar la noche con este temporal de invierno. Llegó el momento que estuvimos comiendo pescado crudo, pero tuvimos mucha suerte de entrar en éste corredor donde finalmente fuimos localizados. Estamos muy agradecidos, así fue nuestra navidad, aprendimos la lección, fue la primera vez que quedamos a la deriva, tenemos 20 años en el mar y seguiremos en el mar trabajando duro, tenemos familias que mantener, pero pues la próxima llevaremos radio, navegador, compás, celular, bengalas, trajes salvavidas, y celular con más pila y cargadores. Tuvimos suerte, se nos hizo un milagro, nos dimos apoyo uno al otro y eso es lo principal para sobrevivir», concluyeron.
Al momento de cerrar ésta nota, se desplazan hacia Manzanillo sus familiares y personal de Protección Civil, para valorar junto con el personal médico naval cuál será el momento oportuno para su regreso a Bahía de Banderas, lo cual podría darse en las siguientes 48 horas para su mejor recuperación.