Fue evidente que en esta edición 2012 del desfile de la CTM, hubo demasiado consumo de alcohol desde antes de las 9 de la mañana, se anunciaron posibles medidas en el futuro
Por Mauricio Lira Camacho
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Carlos Efraín Yerena, estuvo de acuerdo que en este desfile obrero, hubo demasiado alcohol, por ende dijo, se tomarán cartas en el asunto, para que en futuras ediciones no se vuelvan a repetir estos hechos.
El asunto no pasó a mayores, pero seguir permitiendo que los sindicalizados, en el desfile del primero de mayo, día del trabajo, consuman bebidas embriagantes desde antes de las 9 de la mañana, pudiera desencadenar algo grave.
Lo anterior, como prueba del altercado verbal que hubo entre sindicalistas que apoyan al PRI y simpatizantes a favor de Movimiento Ciudadano, que lanzando estos playeras a trabajadores y con una banda de música ajena al festejo de la CTM, al calor de las copas pudo haber originado alguna riña.
Desde temprana hora, en el lugar que son convocados los trabajadores para iniciar el desfile, muchos en el tiempo de espera, acuden a las tiendas o depósitos cercanos a comprar cerveza.
Algunos sirven la bebida en vasos de plástico pero otros, con todo y el bote ingieren cerveza mientras desfilan y pasan, como este martes, ante el presidente municipal, Salvador González, el candidato a la diputación federal, Rafael González y el candidato a la diputación local, Gustavo González.
Principalmente los jóvenes son quienes abusan de la compra de cerveza la cual van compartiendo, el calor y ajetreo les provoca más consumo.
Hay quienes llegan borrachos a la plaza de armas, desde que comienzan a ingerir cerveza en el tiempo de espera, cuando los citan.
Algunos posan para que les tomen fotografías, otros esconden la bebida y unos más retan, en franca provocación.
Para Efraín Yerena, es importante tomar cartas en el asunto, y evitar que en el futuro se pueda lamentar algo, por el exceso de consumo de alcohol.
Cabe destacar que desde el momento de citar a las personas para el desfile, nadie de los organizadores advierte a los sindicalizados abstenerse de comprar y beber alcohol.
A lo largo del recorrido donde desfilan, queda al final del evento suciedad, malos olores y la plaza de armas, la usan como cantina pública.
Se erradicarán esos detalles, concluye Carlos Efraín Yerena.