En el estacionamiento subterráneo de presidencia hasta sillas de ruedas en total abandono
Por Mauricio Lira Camacho
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Juegos infantiles, letreros, recipientes de basura, abandonados en estacionamiento
En el estacionamiento subterráneo de presidencia hasta sillas de ruedas en total abandono.
Este lugar se ha convertido en una gran bodega, en donde abunda escombro y lo que alguien no pudiera imaginar, cosas que debieran ser útiles, pero que por alguna extraña razón están arrumbadas.
Invaden cajones de estacionamiento para las unidades de servidores públicos que trabajan en la comuna, no hay espacio suficiente.
Entre otros artefactos, se logra apreciar una cantidad de juegos infantiles, los cuales deberían estar cumpliendo alguna función en determinada colonia.
Es una estructura bien definida de una escalera y su correspondiente resbaladilla, la cual está recostada impidiendo el acceso a un cajón de estacionamiento.
Nadie se explica cómo es que terminó ahí dicha estructura metálica, en abandono y arrumbada.
Pero también, se observan en puntos distribuidos en el estacionamiento subterráneo de la presidencia municipal, algunas sillas de ruedas, en aparente buen estado.
Herramientas que pudieran ser usadas por ejemplo, para donar a la gente más necesitada de Puerto Vallarta.
Por administraciones, siempre ha habido gente que acude al gobierno municipal, para solicitar la ayuda o gestión para sillas de ruedas y fue al final del pasado gobierno con Salvador González, que las peticiones para este tipo de gestión, fueron constantes y la respuesta fue nula.
Por lo que ahora resulta evidente, que haya sillas de rueda en buen estado en total abandono.
El problema de la basura también ha sido casi eterno para Puerto Vallarta, la crítica era la falta de recipientes para el depósito, fue una constante desde la administración con Javier Bravo Carbajal.
Varios de estos depósitos se encuentran arrumbados de igual forma en el estacionamiento subterráneo del edificio de la presidencia municipal.
Así como gran parte de señales que había en varios puntos de Puerto Vallarta, hoy inexplicablemente están abandonados, sin que a nadie parezca importarle.