Fenómeno que se presenta en las grandes urbes, ahora en Puerto Vallarta
Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV
Ahora en Puerto Vallarta, abandonan perros en paradas de camión.
Un fenómeno que se había estado dando solamente en las grandes urbes, ya está aquí.
Es la inconsciencia de las personas que primero adquieren una mascota y luego no saben cómo deshacerse de esta.
En una parada de camión de esta ciudad, dejaron abandonado un animal amarrado lo cual llamó la atención de varios usuarios del servicio público.
Hicieron la denuncia correspondiente, sin embargo, en el centro de acopio animal de esta ciudad, es sabido que se tienen muchas ganas de trabajar, pero falta equipo y recursos.
Se carece de camionetas para hacer recorridos y recoger animales callejeros o para cumplir con los reportes que a diario solicita la ciudadanía.
Esta dependencia, una de las más olvidadas en las administraciones municipales, hace uso de la benevolencia de otras como protección civil o bomberos, cuyos titulares prestan camionetas para responder a las inquietudes de los ciudadanos que reportan cualquier tipo de anomalía en la ciudad, respecto a los animales.
Esta semana en la red social, llamó la atención que circuló un video en donde una ciudadana en la capital de nuestro país, fue sorprendida en franco abandono de un perro en la vía pública.
Este hecho se está presentando en Puerto Vallarta.
Es importante mencionar de la importancia que se debe tomar en cuenta en la relación entre los hombres y los animales.
El valor contenido en una buena relación entre los hombres y los animales nos es puesto de manifiesto cuando se abandonan perros en la vía pública y este hecho, tan común en nuestra zona y en todas las épocas, nos debe hacer pensar cuáles son las razones para que eso ocurra, ahora principalmente en Puerto Vallarta.
En primer lugar, se puede diferenciar entre el abandono total y el que se presenta en los casos que los dueños dejan salir a la calle y a voluntad, a sus perros.
Se trata de un tema que se ha analizado en varias partes del mundo y México no es la excepción.
La decisión pasa por el terreno de la convivencia: es más fácil desprenderse del animal que encarar cualquier decisión que permita conservarlo y esto se nota más en los adultos que en los niños, los que establecen lazos efectivos más intensos con sus mascotas.