- Saldo que no cambia, intenso tráfico vehicular, basura en el centro, playas sucias y mal aspecto
Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV
Acabaron vacaciones de semana santa.
Saldo que no cambia año con año, el intenso tráfico vehicular por las principales arterias, basura y mal olor en el centro, inseguridad, playas sucias y mal aspecto.
Es el resultado de cinco días santos, con motivo del período vacacional que el turismo nacional abarrota Puerto Vallarta.
De miércoles a domingo, playas y centro estuvieron abarrotados por visitantes de diversas partes del país principalmente de Nayarit, Guadalajara, León, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Aguascalientes, Zacatecas, Estado de México y el Distrito Federal.
En este período el centro estuvo cerrado de ciertas horas por la tarde y la noche al tránsito vehicular con el objetivo de dar preferencia al peatón, para que disfrutara de las bondades que ofrece esa parte de Puerto Vallarta.
Lo que trajo consigo consecuencias nada gratas, si se toma en cuenta que se permitió que las personas ingirieran alcohol en el malecón y la venta indiscriminada de cerveza y vino en los locales del centro.
Hubo mar de gente en el malecón, pero no gran consumo es la queja de los encargados de antros y restaurantes.
La ocupación en hoteles por el turista nacional no fue la óptima, así se esperaba ya que muchos de los visitantes se quedan en casas de amistades o de amigos, los menos en establecimientos de 3 a 4 estrellas.
Aún en este contexto, Puerto Vallarta es uno de los destinos turísticos del país, que alcanzó niveles aceptables de ocupación en vacaciones de semana santa.
En donde se levanta el turismo en este destino, es en la inminente entrada de los días de pascua, donde Puerto Vallarta levanta niveles de ocupación por la llegada de visitantes extranjeros y mayor capacidad económica.
En el malecón de Puerto Vallarta el constante ajetreo todo el día y noche de turistas trajo consigo problemas de imagen, basura y malos olores.
La queja constante de los turistas es la insuficiencia de baños públicos, a los que la gente pudo haber hecho uso con oportunidad.
La playa fue usada otra vez, como cada año, como un recinto en el que visitantes jóvenes principalmente acampan con las debidas consecuencias, falta de servicios indispensables.
En Puerto Vallarta terminó una temporada más de vacaciones de semana santa, con el resultado quizá esperado, mismos problemas ante un nulo crecimiento en servicios, de infraestructura, decisiones precipitadas de cerrar o no el malecón, y carencia de vías alternas viales para desahogar el paso de taxis, autos particulares y autobuses tanto foráneos y urbanos por la periferia de las calles céntricas.
Cada año aumenta el padrón de autos y camiones que circulan en el municipio, siguiendo el mismo número de vialidades lo que dificulta la toma de decisiones.
Esto el turista lo siente y palpa cada año, sobre todo aquel nacional que es constante a visitar Puerto Vallarta en esta temporada.
Para la autoridad municipal y estatal es esencial toma de decisiones fundamentales para que mercado como Puerto Vallarta no decaiga al elevarse los estándares de calidad en otras partes del mundo y a la brevedad, este destino logre aumentar la capacidad de ofrecer mayores alternativas de crecimiento y ofertas al turismo, para elevar la llegada de visitantes y de inversionistas.
Además de ofrecer al mercado local y nacional, alternativas de esparcimiento y no concentrar toda la actividad únicamente en el centro para la venta de alcohol, las 24 horas del día.