Indigentes, vendedores ambulantes, Marías, ahora “Boteadores” inundan cruceros en Puerto Vallarta
Por Mauricio Lira Camacho
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Ahora es el crucero del Hollyday Inn, es el que está inundado de jóvenes quienes piden dinero mediante botes.
Solicitan ayuda de los automovilistas, para una institución médica, pero estas personas, al menos una por carril de ambos lados, carecen de la identificación al respecto.
Están vestidos de civil, portan en su mano un bote y solamente se acercan a las ventanillas de los autos, para decir que necesitan una cooperación económica a favor de una institución.
Ese crucero sobre la avenida de ingreso a la altura de ingreso al fraccionamiento Fluvial Vallarta, en contra esquina con el hotel Hollyday Inn, se ha convertido en uno más de los puntos en donde botadores y vendedores han hallado la manera de obtener recursos, sin permisos correspondientes.
Principalmente ante oídos sordos de la autoridad municipal emanada del área de Reglamentos, Sistema para el Desarrollo Integral de la familia, DIF, y de la comisión de reglamentos que preside la regidora de movimiento ciudadano, Doris Ponce.
Ha habido al menos dos intentos de reuniones con diversas dependencias del gobierno municipal que preside Ramón Guerrero, pero estas han sido infructuosas debido al desinterés, soberbia y guerra de intereses que privan.
No hay datos actualizados respecto al padrón de cuántas personas hay en estas condiciones en el municipio de Puerto Vallarta.
Tampoco de un programa de seguimiento respecto a inspecciones, supervisiones y recorridos que se hayan hecho de manera coordinada para atacar este problema de raíz.
Cabe destacar que la actividad de botear en las calles en diversas partes del país, se ha ido erradicando poco a poco, debido a que en eventos de trascendencia nacional como el Teletón, hubo demasiados problemas por falsos promotores que se dedican a la estafa.
Por esta razón, el observar boteadores en las calles es prácticamente un delito, al no contar estas personas en la mayoría de las ocasiones con los permisos respectivos de la autoridad.
Es por ello que en Puerto Vallarta urge dar una solución con estos problemas sociales, que laceran a la sociedad.