Como en botica, durante los operativos, demasiado alcohol y agresividad, las bebidas transforman
Por Mauricio Lira Camacho
Noticiaspv
En los operativos anti alcohol, hay momentos de tensión.
Como en botica, en cada punto en donde se instalan los módulos de agentes de tránsito, para la revisión de conductores en estado de ebriedad, denominados alcoholímetros, los agentes dan cuenta como se transforman las personas.
Dependiendo del estado de embriaguez, actúan tanto mujeres, hombres, jóvenes, menores de edad y personas adultas.
Hay quienes buscan la manera de tener contacto con quienes califican, son personas de influencia dentro y fuera del gobierno, de cualquier nivel, representatividad federal, estatal o municipal.
Este pasado fin de semana, entre las 3 y 4 de la madrugada, un joven iba acompañado de otro, de quien dijo ser su compañero de trabajo, ambos oriundos de la ciudad de Tepic, pero anualmente con trabajo en una constructora de Guadalajara, encargados de una obra frente a Ameri Med, sobre avenida de ingreso, iba en estado de ebriedad.
Conducía una vieja camioneta color rojo, cuando fue detenido señalo que no manejaba sino su compañero, lo cual fue desmentido por el agente encargado de la detención.
En cuestión de minutos, se transformó pues acuso que le arrebataron primero dijo 20 pesos.
En el careo con el comandante, Juan Villalvazo, este le cuestiono como se los arrebato.
Bueno, nos lo pidió el agente de tránsito, con la promesa de que nos dejaría ir, esto respondió.
Y se los tomo, le cuestionaron.
Si, los tomo.
Acto seguido, el comandante mando llamar a todos los agentes y pidió al detenido, identificarlo.
Lo señalo.
El agente argumento que nunca le pidió o tomo dinero.
El acusante dijo que le dieron al agente 500 y no 200 pesos, dinero que nunca apareció.
El nombre del detenido, era el de Alan Madrigal, con pantalón vaquero y camisa color naranja.
El sujeto, se dijo, sería procesado por cohecho fue mandado para esperar turno con el juez municipal en turno.
Sin embargo, se hizo de palabras con el agente y tuvo que ser esposado.
Más tarde se calmó, aunque no pudo acreditar el pago de la multa y el arrastre del auto a la empresa de grúa correspondiente.