* La Dirección de Desarrollo Rural Municipal impulsa un programa de agricultura en escuela preescolar en el fraccionamiento San Vicente del Mar; se les enseña a los menores el cuidado del ambiente y cómo cultivar las plantas comestibles para que desde niños sepan el valor de los alimentos naturales y de donde provienen
Por Paty Aguilar
Bajo el Programa Integral del Traspatio, personal de la Dirección de Desarrollo Rural en conjunto con las maestras y padres de familia del Kinder Octavio Paz del fraccionamiento San Vicente del Mar, implementaron este programa en dicha escuela, donde los niños junto con sus papás y sus profesoras preparan la tierra para sembrar hortalizas, este trabajo ya se llevó a cabo y en los próximos días los menores levantarán la cosecha, en este caso, de rábanos.
Entrevistado al respecto el biólogo, Juan Arreola Cabañas, integrante del equipo de asistencia técnica del Consejo de Desarrollo Rural Sustentable de Bahía de Banderas, informó que efectivamente se trata de un proyecto piloto que tiene el objetivo de empezar a paliar la crisis alimentaria mundial y en los niños es la mejor forma de sembrar la semilla, se trata dijo, de enseñarle a los niños a que ellos pueden en sus escuelas producir algunas plantas y que pueden también contribuir con el ambiente “que vayan aprendiendo el valor que tienen las plantas en el ambiente y aquellas plantas que son comestibles, lo que se lleva cotidianamente a la mesa” explicó.
Este proyecto, dijo, nace en la Dirección de Desarrollo Rural Municipal y la pretensión es llevarlo a las demás escuelas, aquellas que estén interesadas, luego de ver los resultados de la escuela piloto que es kínder Octavio Paz del fraccionamiento San Vicente del Mar, donde tanto las maestras como los padres de familia se interesaron luego de escuchar la propuesta. Agregó que la directiva de las escuelas que deseen implementar este programa, deben solicitarlo a esta dirección municipal que se ubica en Valle de Banderas.
En el caso de este kínder Octavio Paz de San Vicente del Mar, señaló que dicho proyecto consiste en proyectar primero a los niños un video infantil sobre el cuidado del ambiente, la importancia que tienen las plantas y lo que son los alimentos que los alumnos consumen. Luego en áreas pequeñas de tierra, incluso se puede hacer en botellas PET de refrescos, se forman pequeñas camas donde se siembran hortalizas, en este kínder, los niños apoyados por sus padres y profesoras sembraron cinco variedades; rábanos, cilantro, pepino, calabacita y lechuga.
Adelantó que esta siembra se llevó a cabo hace algunas semanas, poco más de un mes y ahora los alumnos ya están a punto de cosechar el rábano. Comentó que estas actividades agrícolas son muy emocionantes para los niños porque ven cómo crece la planta luego de que la plantaron, ya que ellos se hacen responsables de su cuidado y de esta manera, aprenden a darle valor a los alimentos naturales que se comen, explicó el biólogo, pero sobretodo, dijo, se les invita a no comer alimentos chatarra.
Lo que sigue en este kínder, aparte de cosechar el rábano, es la segunda etapa del proyecto que consiste en recuperar envases de plástico utilizados para la siembra para convertirlas macetas productivas y esto lo pueden replicar en sus casas “lo importante es que el niño se convenza, aprenda y que le diga a sus papás que eso se puede hacer en su casa para que vayamos contribuyendo a la hambruna que hay el mundo porque si nosotros podemos cosechar en nuestras casas parte del alimento que consumimos, le restamos carga a la producción de alimentos a nivel industrial” concluyó.