* Estela Camacho, habló fuerte en contra quienes como gobiernos buscan nuevas fórmulas para rescatar al primer cuadro de la ciudad
Por Mauricio Lira Camacho
Noticiaspv
Al centro de Puerto Vallarta, no es necesario que lo reinventen cada tres años por gobiernos que solamente ven sus propios intereses.
Lo que hace falta es aplicar la ley, para impedir por ejemplo, venta indiscriminada de permisos de alcohol, evitar puestos callejeros, así como meter en orden a camioneros y taxistas.
Los gobiernos no deben tenerle miedo a los sindicatos, basta de políticas para reinventar el centro de Puerto Vallarta, ya somos, ya existimos.
Son algunas de las palabras que dijo ante diputados la activista en Puerto Vallarta, durante un foro que organizaron diputados de este distrito.
Camacho fiel a su estilo habló fuerte ahora en el tema del rescate del centro.
Volver a inventar a Puerto Vallarta y que otra vez los planteamientos ciudadanos no serán escuchados.
Lamentablemente para el rescate del centro de Puerto Vallarta saldrán adelante los intereses políticos y económicos.
Es una práctica común la conformación de grupos y patronatos sin acceso a ciudadanos, siempre los mismos empresarios de las cúpulas que llegaron a Puerto Vallarta, cuando la mesa ya estaba servida.
Antes era mas fácil promover al destino en el mundo, hoy se complican las cosas.
Personas ajenas a nosotros nos tomaron como rehenes, el turismo no se hace siendo alcalde, ni con viajes.
El centro de Puerto Vallarta es el corazón del turismo, llega a todos los sectores.
En avenida de ingreso y zona centro, los turistas llegan a observar las montañas pero de basura y la gran cantidad de perros que las desperdigan.
En imagen los permisos de construcción en los últimos trienios a nadie se le ocurrió pensar que al gran volumen de los visitantes, visitaban a esta ciudad porque era el único destino con una imagen arquitectónica serrana siendo que está en la playa.
Eso era especial, los gobiernos municipales se inventan viajes de promoción al extranjero sin imaginar que países llegan a conocer que de nada le ayudan a este destino de playa.
Al regreso lo ideal es que Puerto Vallarta copie modelos del extranjero, lo cual no debe ser así.
Las licencias de construcción sin violan la imagen neta del puerto, criticó.
La destrucción y depredación no les importa, al final del mandato los alcaldes se van a vivir a otro lado.
Es imperativo detener esta destrucción, es por ello importante cuidar las fachadas, debe cuidarse el estilo de arquitectura.
Aquí vale aplicar ley y reglamentos.
Mucho daño a Puerto Vallarta ha ocasionado la indiscriminada dotación de permisos para venta de alcohol.
La existencia de tugurios ha llegado a límites intolerables, expiden licencias por así convenir a sus interés gracias a compromisos políticos o de amistades.
Camacho dijo que esta práctica se da al final de los trienios, actualmente hay otra modalidad venta de licencias provisionales.
Los gobernantes se van pero el mal se queda, además hablo de la contaminación visual, por ejemplo en la calle Juárez, visitada por turistas ahora es un mercado con mercancía barata, perifoneo, mujeres contorneándose a la entrada de los negocios.
Hay demasiados puestos callejeros, que son permitidos por líderes y autoridades, denunció.
El malecón en toda su extensión sufre estas consecuencias, hoy esta invadido por cualquier puesto, priva el mal olor a grasa quemada, es un lugar que hoy evitamos.
Hay caos vehicular, no hay lugar para estacionar autos debido a la gran cantidad de sitios de taxis.
Pintan de amarillo la zona, y los agentes de tránsito son comparsas, situación grave la de camiones urbanos, que toman las calles como pistas de carreras.
Sin mencionar camiones urbanos en filas abultadas con dos o tres pasajeros solamente.
La autoridad con el miedo a los sindicatos, destacó en su ponencia la activista Estela Camacho.
Es tiempo de parar que cualquier alcalde que llegue a Puerto Vallarta intente reinventar el destino, ya basta, señaló.
Ya somos, existimos no entreguemos título de propiedad como Puerto Vallarta, a los gobernantes.
Fue un grave paso haber destruido el malecón de Puerto Vallarta, para hacer una obra mal hecha de otros lugares.
Aquí no hicimos nada pues la autoridad actuó como delincuente, denunció.