En la casilla especial ubicada en Mezcales, solo asistió la funcionaria presidenta, por ello, de entre los votantes se conformó la mesa. Casi a las cinco de la tarde solo habían votado 320 de 750 que lo podían hacer. Hubo gritos y reclamos por la tardanza porque se privilegió que votaran primero adultos mayores y embarazadas. Intervino seguridad Pública a solicitud de la presidenta.
Por Paty Aguilar
Un caos se generó en la casilla especial que se ubicó en el lugar de costumbre, en la tortillería del crucero de Mezcales, donde a las ocho de la mañana en punto, solo asistió la funcionaria presidente, Yolanda Álvarez García. Luego de una espera razonable para llegaran los demás funcionarios, la funcionaria convocó a los votantes para conformar la mesa de funcionarios. Por ello, esta casilla abrió después de las 10 de la mañana, tras dar una capacitación exprés a los ciudadanos que aceptaron participar.
Desde antes de las ocho de la mañana, la fila de espera de los votantes que no tienen domicilio en Bahía de Banderas, tanto locales como aquellos que se encuentran de paso por motivos de vacaciones o de negocios, estaba alrededor de la manzana, aproximadamente 500 ciudadanos esperaban su turno para votar. Las horas pasaron y tras empezar la votación pasadas las 10 de la mañana, esta se dio a cuenta gotas ante la desesperación de aquellos que tenían salida a las doce del día de sus hoteles, según testimonios de varios de ellos.
Aún a pesar de que muchos votantes se retiraron sin poder emitir su voto, la fila no disminuyó porque conforme pasaron las horas, aquellos que no pudieron en las casillas especiales de Puerto Vallarta, llegaron a Mezcales con la esperanza de votar en esta casilla especial. Ya para las cinco de la tarde los ánimos se caldearon entre los votantes dado que los funcionarios de la casilla, determinaron dar prioridad a los adultos mayores, discapacitados y embarazadas, lo que generó a estas horas que los que estaban en la fila desde la mañana, se apersonaran en la casilla para exigir a gritos que avanzara su fila.
Ante esta situación y tras una serie de explicaciones de parte de la presidenta de la casilla quién les pedía, calma, prudencia y comprensión, los reclamos no cedían y tampoco obedecían a la funcionaria de que se retiraran del lugar para proseguir con la votación. Al no hacer caso de sus indicaciones, les advirtió que la casilla la cerraría por falta de garantías de seguridad y posteriormente pidió el apoyo de Seguridad Pública. Afortunadamente para todos, cuando llegaron los uniformados, los ciudadanos ya habían llegado a un arreglo, votarían 4 de la larga fila y uno de la fila de adultos mayores, discapacitados y embarazadas.
A esta hora casi las cinco de la tarde, solo habían podido votar 320 de los 750 votantes que lo podían hacer, ya que estas casillas solo cuentan con 750 boletas.