* Ejemplo para quienes dicen que no hay trabajo, es Norma Gómez. Desde hace 22 años vende pescado en cubetas “sobrevivo, pero siempre tengo para comer, solo hay que moverse para trabajar” dice.
Por Paty Aguilar
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«Tengo 22 años vendiendo pescado, caminando y en cubetas por las calles. Muchos años vendí en Nuevo Vallarta y en otros pueblos, pero ahora solo lo hago en Bucerías. Mi esposo es pescador, trabaja como empleado, pero cuando me trae pescado, yo se lo compro y también lo vendo, yo gano mi dinero y él me da dinero para la casa de lo que gana»
Así inició la charla con Norma Gómez, vecina de Bucerías, cuando la observamos en el Mercado del Mar de la Marina de la Cruz de Huanacaxtle, en el momento en que estaba sacando pescados de una tina donde había enormes ejemplares de atún que la noche anterior habían sacado del mar pescadores de esta comunidad.
Originaria de Santiago, Norma vivió 24 años en San Blas y ya tiene 22 años radicando en Bucerías, desde entonces con gran entusiasmo se ha dedicado a la compra y venta de pescado, entrevistada al respecto explicó que compra el producto en el Mercado del Mar donde le dan precio especial, luego se traslada a su domicilio donde filetea los pescados para luego salir a venderlos en cubetas “vendo filete de lenguado, de dorado, curvina, picuda, molida para ceviche y lo que la gente quiera. De esto vivo, más bien sobrevivo poco a poco.
Tengo tres hijos y con esto me ayudé para sacarlos adelante, dos ya son mayores y tengo un hijo menor de cuatro años de edad” comentó.
Norma dice que no se puede quejar con este pequeño negocio que tiene “porque aunque sea para la comida sale y algún gasto que tenga uno, alguna droga que se echa uno, ya ve” dijo con una sonrisa que se dibujo en su rostro. Aseguró que todo el pescado que lleva es venta segura “gracias a Dios, todo el pescado lo vendo”.
Le preguntamos que si había temporadas de baja o alta venta y así contestó “Para mí es igual, el chiste es que se mueva uno, moviéndose uno, como yo rancheo, todo lo vendo, para mí no hay tiempos malos, el chiste es movernos, no estar uno sentado, hay que saber trabajar” dijo muy segura de sí misma.
Finalmente, señaló que ella trabaja de lunes a sábado y aunque reconoció que la venta no es fija porque hay días que se vende más que en otros, el pescado diario sale “porque es comida. Al día vendo entre doce y 15 kilos y lo doy a 80 0 90 pesos el kilo, a veces vendo más, pero el pescado siempre sale. El pescado más caro como el robalo o el pargo, solo lo vendo por pedido, mis clientes ya lo saben, ellos me piden y yo se los llevo, incluso el camarón, también lo vendo, pero ahora está muy caro y solo lo llevo por pedido”
Finalmente, Norma comentó que su ganancia diaria es de entre 250 y 300 pesos, pero a veces hasta 500 pesos. Le hicimos saber que tenía un carácter muy agradable y así contestó “Huy sí, yo soy siempre muy positiva. Hoy me levanté, tenía cuatro lonjas de Marlín, me levanté y fui y las vendí y me fui como a las once y media del día, hay veces que me voy después de la una de la tarde y de todos modos todo el pescado lo vendo, gracias a Dios».
«Hay que ser positivos, no hay que ser negativos, hay que confiar siempre en Dios porque El es quién nos da el sustento y la vida y nos permite todo lo que hacemos en el día” así concluyó la charla con esta mujer llena de optimismo y voluntad para salir adelante.