Feligreses celebraron en grande al Señor de la Divina Misericordia, patrón de Valle Dorado. Llegó a la iglesia el grupo de antorchistas procedentes de San Juan de Los Lagos en punto de las 5 y media de la tarde y por la noche, se quemó el castillo para disfrute visual de todos los asistentes.
Por Paty Aguilar
Este domingo culminaron las fiestas patronales de Valle Dorado en honor del Señor de la Misericordia luego de ocho días de festejos y peregrinaciones, así como la participación de niños y niñas danzantes en conjunto con sus madres, así como las catequistas, los coros de la iglesia y la dedicación y entrega de los grupos de antorchistas femenil y varonil, grupos de casi 100 jóvenes entre hombres y mujeres que brindaron su esfuerzo al portar la luz desde tierras lejanas para iluminar su santuario, su vida y la de los feligreses, ellos fueron bien recibidos por el padre José del Carmen y el padre Julio Ulloa.
Para el cierra de las fiestas, les correspondió a la antorcha varonil, coordinada por Raúl Flores y Hugo Cervantes, portar la luz desde la iglesia de Nuestra Señora de San Juan de Los lagos, corrieron por más de 50 horas hasta arribar a la iglesia del Señor de la Misericordia en Valle Dorado en punto de las cinco y media de la tarde. Junto con ellos entraron en peregrinación los coros unidos de la iglesia encabezados por el grupo de danza infantil y juvenil.
Ya por la noche, para cerrar con broche de oro, hubo la quema del castillo y más fuegos pirotécnicos mientras tanto, los asistentes a la plaza, disfrutaron de juegos mecánicos, presentación de ballets y antojitos mexicanos ofrecidos a bajo precio por el Equipo Parroquial de Animación Pastoral de Multitudes.