Discusiones Familiares por Hijos en Alcoholímetro

* En el operativo de alcoholemia, padres de familia discuten ebrios frente a sus hijos.

Por Mauricio Lira Camacho.
NoticiasPV.com

En los operativos de alcoholemia, los padres en estado de ebriedad discuten frente a sus hijos, mientras deben desembolsar miles de pesos, para pagar multas.

Vienen los reproches, reclamos, súplicas, pero el daño está hecho los niños se dan cuenta sin entender la verdadera dimensión del problema.

Es común observar al padre de familia ser retenido por dar positivo en consumo de alcohol, cuando le dan la noticia de haber pasado el límite permitido, se les viene el mundo encima, viene el perdón y la humildad.

Mientras el infractor da sus datos al agente de tránsito, médico legista y juez municipal, su esposa con los niños en el vehículo deben ir bajando pues la unidad se va al corralón.

En ocasiones son menores en brazos quienes tras acompañar a sus papás en la juerga, los vence el sueño y se quedan dormidos.

Otros más grandes sin mudos testigos de estar en el módulo, viendo como su papá es detenido en pleno estado de ebriedad.

Las amas de casa, como siempre, dando la cara para todo.

Hablando por teléfono celular al compadre y la comadre para que les presten dinero, pues el marido se gastó todo en la borrachera.

En otras ocasiones el padre viaja solo, quedó de llegar temprano a casa, pero invitaciones de última hora, le impidieron hacerlo, se fue a tomar, se emborrachó y ahora retenido en el operativo, debe hacer frente a hablarle a su pareja para informarle que pasará la noche en la cárcel, y el coche se irá al corralón.

La madre despierta al o los hijos y en taxi llegan al operativo solamente para reclamarle de esta falta a su marido, el reproche que no tienen dinero y que, lo ahorrado se irá pagar multa y no a despensa.

Este pasado fin de semana, uno de los operativos implementados por la Subdirección de tránsito, se realizo justo en donde se localiza el cárcamo de seapal, sobre avenida México rumbo a la agencia municipal de Mojoneras.

Ahí, entre las 12 de la noche y las 3 de la mañana, familias en espera de que salga la sentencia para infractores, amas de casa y niños, son testigos de las groserías y malas actitudes que toman quienes están retenidos con exceso de alcohol.

Tan sólo como un botón de muestra, el caso de un señor ya grande de edad, de nombre Dagoberto Flores, chofer de una unidad de transporte urbano de los Medina, cayó retenido con exceso de alcohol en el cuerpo, no saldría excepto el pago de la multa.

Pero, su esposa acompañada de su hijo de no más de 10 años de edad, estaba sumamente molesta por la actitud de su esposo.

«Ya nos íbamos para la casa pero en su trabajo cuando fuimos mi hijo y yo por el, unos amigos le invitaron unas cervezas, aceptó se emborrachó y así se vino manejando, pero nos encontramos con el operativo, y cayó, yo no sé manejar», dijo.

Y usted lo dejó tomar, le preguntó a la madre este medio.

Su respuesta fue, no quiso, le decía ya no tomes, pero no me hizo caso.

El tiempo de espera para este señor chofer retenido en el alcoholímetro, fue de mas de dos horas, tiempo en el que estuvieron su esposa e hijo todo el tiempo enfadados.

El reloj ya marcaba las 3 de la madrugada.

Dagoberto solamente atinaba a decirles, «no se agüiten».

Otras familias llegaban con niños para tratar de pagar la multa algunas sin éxito otras lo lograron, pero la desmarañada nadie se las quitaba.

«Te lo dije ya no tomes,pero no me hiciste caso, siempre es lo mismo», era el reclamo más común en esa jornada.