* A cambio, el presidente municipal, Rafael Cervantes, construirá un edificio digno para el Ejido y condonará una toma de agua potable de por vida a cada uno de los ejidatarios, la propuesta fue aceptada a pesar del problema interno que libran los ejidatarios; en este caso, al parecer no cederán ante presiones de gente de Paniagua que tiene interés en que sigan divididos para que Valle de Banderas no reciba lo que se merece como pueblo histórico
Por Paty Aguilar
Luego de una reunión sostenida con el alcalde, Rafael Cervantes Padilla, con ambos grupos de ejidatarios de Valle de Banderas que desde hace 7 años libran problemas internos, y tras darles a conocer el proyecto de la construcción de la nueva presidencia municipal en predio de esta comunidad de aproximadamente 6 hectáreas, se llegó a un acuerdo con el VIII Ayuntamiento que beneficia al poblado, sus habitantes y los propios ejidatarios. Este Ayuntamiento construirá un nuevo edificio ejidal y condonará de por vida una toma de agua potable a cada uno de los ejidatarios, según informó en entrevista el alcalde, Rafael Cervantes Padilla.
“Yo en Valle perdí con mucha votación, en San José me dio más votos de lo que esperaba y sin embargo, siempre dije desde la campaña, desde antes en la precampaña, que en Valle tenía que hacerse la presidencia, primero, mi padre aquí nació, donde vive Chano Flores, ahí nació mi padre, esa casa era de la familia de mi padre. Parte de mi juventud, la pasé en Valle porque mi padre tenía ganado, yo se lo cuidaba y por aquí pasaba a caballo al cerro, aquí en Valle hice un año de preparatoria y hasta ahí llegue. Entonces traemos un cariño por Valle, entonces eso del ejido ya ahora andan en los magistrados los dos grupos. Tenemos arrocitos negros en cada grupo que no están de acuerdo, que son manejados por otros títeres que no están de acuerdo en que se unan; dos tres de Paniagua y dos tres de otra persona, pero yo estoy confiado en que ellos van a hacer lo que le conviene a Valle de Banderas” auguró el alcalde.
Rafael Cervantes recordó detalles del encuentro que sostuvo con los ejidatarios “En la reunión me hicieron unas peticiones para pasar el terreno y yo se las acepté; les voy a hacer su edificio ejidal, digno como lo merece el Ejido de Valle de Banderas y condonarles una toma de agua de por vida a cada ejidatario por el terreno para hacer la presidencia y la unidad deportiva. Son casi 400 ejidatarios los beneficiarios” comentó.
También trajo a colación el convenio que el VII Ayuntamiento hizo con el Ejido de Valle de Banderas por la Unidad Deportiva Municipal, así lo rememoró “Yo hice el convenio con Jaime Cuevas cuando él era el presidente municipal y yo el comisariado del Ejido de San José del Valle, la condonación del agua potable a los ejidatarios por la unidad deportiva municipal, ahora como presidente, cómo no voy a ayudar a los ejidatarios de aquí cuando están donando un terreno de casi 6 hectáreas. Entonces es algo insignificante, pero para ellos muy importante porque para el Ayuntamiento, no es un costo, porque la verdad cuántos millones de pesos costaría el terreno y lo merecen ellos y el pueblo” concluyó.
Desafortunadamente, como dijo el alcalde, hay algunos ejidatarios, pocos, que se han dejado manipular por gente del ex alcalde, Paniagua Salazar, que tienen interés en que los ejidatarios de Valle sigan divididos con la sabida consecuencia de no poder continuar con el progreso de este pueblo histórico que requiere a la voz de ya, la legalización de sus tierras, sin embargo, Rafael Cervantes, confía en que pronto se puedan disipar las nubes negras que oscurecen el buen funcionamiento del Ejido, el más rico del municipio porque todavía cuenta con muchísimas hectáreas, pero difícilmente pueden avanzar mientras sigan divididos. De lograr la unión y los acuerdos que requieren, les espera a los ejidatarios de Valle de Banderas, grandes y enormes beneficios, por ello deben de pensar más en sus familias y menos en los intereses políticos de Héctor Paniagua Salazar, porque al ex alcalde, ya quedó demostrado durante su administración, lo que menos le importó fueron las familias de los ejidatarios y el pueblo de Valle de Banderas.