* Un inspector voluntario del municipio, recorrió malecón en abril descubrió que había quebrada una escultura, la reportó y le dijeron que la repararían han transcurrido 6 meses y nadie sabe nada, «a lo mejor terminó en el kilo»
Por Mauricio Lira Camacho
Noticiaspv
José de Jesús Navarro Barba, es inspector voluntario, en el mes de abril en recorrido por el malecón, notó la ruptura en una escultura, la reportó y le dijeron que la repararían, de eso hace 6 meses al preguntar, resulta que nadie sabe nada.
«A lo mejor terminó en el kilo, como venta de cobre», así lo dijo a este medio, al que proporcionó material fotográfico de como estaba la pieza ubicada entonces a la altura del hotel Rosita, las cuales incluyen también cuando personal de protección civil colocó señales de precaución, con ello se evitó que niños pudieran subirse sin dar cuenta del desperfecto y caer accidentalmente, pudiendo ocasionar una herida apara ellos.
Se optó por colocarle cinta color amarilla de prevención, en señal de que las personas no pasen por ahí, tiempo después la autoridad a pregunta expresa, le respondió que se la llevarían para restaurarla y volverla a colocar.
Dejó el tema confiando que así sería pero al regresar a los recorridos que normalmente Navarro Barba hace, no solamente en el malecón sino en varios puntos del primer cuadro de la ciudad, a 6 meses de esta denuncia, ahora nadie sabe nada por esta pieza.
Ninguna autoridad consultada, explica ampliamente, recuerda a donde ni quien se llevó esta escultura, el informante asegura hoy en día si alguien se da una vuelta lo único que observará en el lugar de donde,a retiraron para reparar es un espacio en blanco con remanentes de que ahí estuvo en el momento que fue denunciado el hecho.
Sabedor que amantes de lo ajeno se han especializado por diversos motivos en el robo de cobre, el cual pueden obtener de esculturas no se descarta que está en particular haya caído en el negocio conocido como kilo.
Ya en otros años Puerto Vallarta ha resentido el robo de campanarios de las iglesias por los mismos motivos, así como la empresa paraestatal Seapal, también padece los estragos de robo en cobre, así como el cableado de luz en algunas zonas, como fue en el paseo de la ribera del Pitillal.