Por Paty Aguilar
Este Día de Muertos, sobre la carretera a la altura de donde termina el fraccionamiento Jardines del Sol rumbo a San Juan de Abajo, un hallazgo nos llamó poderosamente la atención, salimos de la carretera, nos estacionamos y observamos decenas de zanates muertos sobre el asfalto y la tierra, meticulosamente los contamos, eran 131 zanates que estaban muertos en un área de 10 a 15 metros a la redonda.
Los de la carretera prácticamente estaban embarrados en ella por el rodar de los vehículos y fuera de la carpeta asfáltica, sobre la tierra estaban los demás, un espectáculo verdaderamente aterrador ¿qué pasó, qué les causó la muerte, cómo cayeron muertos al mismo tiempo? Fueron preguntas que nos hicimos sin respuestas y precisamente en el Día de Los muertos. Otro hallazgo que llamó la atención es que junto a las aves muertas, estaba una caja de varas de incienso vacía.
Cerca del lugar vimos a un campesino regando su tierra, a quién le preguntamos si sabía que había pasado con estas aves, porqué estaban muertas de manera masiva. Explicó que este suceso era normal, que quizá habían comido insecticida de los sembradíos, sin embargo, inmediatamente corrigió, ya que en la zona no hay siembras nuevas, pero también él se sorprendió cuando se dio cuenta que los cadáveres de las aves estaban dentro de un circulo de aproximadamente 10 o 15 metros de dimensión.
Como dato adicional se sabe que a los zanates se les atribuye una larga lista de pecados: robar comida a otros animales, dañar cultivos, invadir constantemente tierras en busca de alimentos, desplazar a otras aves, emitir sonidos desagradables y en la noche reunirse en grupos cubriendo el suelo y otras cosas con sus heces. Es omnívoro, se alimenta de lagartijas, invertebrados, ratones, ranas, frutas, semillas, huevos y pichones de otras aves, de basura y otras muchas cosas más.