Como comandante de la judicial, participó en varias balaceras, en 1967, en Valle de Banderas, fue herido de muerte con 10 impactos de bala uno en la cabeza, por ello recibió los santos oleos. Hoy, 55 años después, el mismo sacerdote, Carlos Peña, le dio los santos oleos. Su trabajo de policía judicial, inspiró la autoría de varios corridos que cuentan su historia de valor y arrojo en defensa de la comunidad. La misa de Cuerpo Presente será a las dos de la tarde en la iglesia Nuestra Señora de la Paz en Bucerías
Por Paty Aguilar
Este 5 de julio 2012, dejó de existir el comandante, Javier Esparza Montelongo, luego de padecer por varios años Diabetes, enfermedad que finalmente le quitó la vida. El deceso ocurrió poco después de la medianoche en compañía de sus hijos y esposa, señora, María Teresa García, con quien vivió los últimos 39 años de su vida. Nació en Tecolotlán, Jalisco. La mayor parte de su vida, la vivió en esta región de Bahía de Banderas, a donde llegó muy joven procedente de Sinaloa, con el oficio de telegrafista y experiencia como agente de tránsito y policía, oficio este último que fue la pasión de su vida.
“Para mí fue el amor de mi vida, me dejó cinco hijos, muy bonitos mis hijos, buenos chicos. Yo me casé con él a los 16 años. Teníamos 25 años viviendo juntos y me casé por la iglesia, fue y me pidió a mi casa, me casé en el 2001, una boda inolvidable, duró tres días mi boda” recordó emocionada y con la voz trémula por el dolor de la pérdida de su esposo, la señora Teresa García, quién era 21 años menor que el señor, Esparza Montelongo.
Con el cuerpo de su esposo tendido en la parte baja de su domicilio en Bucerías donde está siendo velado, la señora Teresa, en la sala de la parte alta de su casa, ante las innumerables fotografías del comandante Montelongo, comentó que cuando lo conoció, hace como 41 años, era jefe de telégrafos, pero también había trabajado de agente de tránsito y policía en Sinaloa. De esta manera, recordó que su incursión en el medio policiaco en esta región y en Nayarit, se inició cuando a invitación del ex alcalde de Puerto Vallarta, Eugenio Torres, se unió a su campaña ya que ambos eran originarios del mismo pueblo, Tecolotlán, Jalisco y cuando ganó la presidencia, lo nombró jefe de la policía municipal, puesto que tuvo también durante el trienio del ex alcalde, Rafael González Pimienta.
Luego de la experiencia adquirida en Puerto Vallarta como Jefe policiaco, el ex gobernador, Emilio González, que lo conocía con anterioridad porque también era telegrafista, lo invitó a su campaña política y a la postre lo nombró director de la policía judicial del estado, así como de tránsito y protección Civil y bomberos, en ese tiempo, la familia Esparza Montelongo, radicó en la capital nayarita. Parte de su vida productiva, la dedicó al servicio público, también fue regidor de Compostela cuando la zona de Bahía de Banderas le pertenecía a este municipio. Lucho junto con aquellos hombres y mujeres que en 1989, lograron la constitución del municipio de Bahía de Banderas.
Luego de numerosas acciones policiacas que lo llevaron a la fama regional, por su valor y arrojo tras participar en varias balaceras que lo llevaron a detener criminales, y poner su vida en peligro, el comandante Montelongo, como se le conocía, luego del sexenio de don Emilio M González, dejó las armas para dedicarse al comercio, puso un mini súper en la parte baja de su casa conocida como el Palacio Chino en Bucerías, donde trabajó hasta que su enfermedad ya no se lo permitió.
Dentro del medio policiaco de Nayarit y Puerto Vallarta, en aquel entonces, el comandante Montelongo, se distinguió por su carácter fuerte, recio y decidido durante sus participaciones en la investigación y persecución de criminales, lo que le valió la admiración de muchos y los temores de otros tantos. Fue un hombre polémico y controvertido que generaba sentimientos encontrados en quienes lo conocieron de cerca y de lejos, pero también estos sentimientos encontrados anidaban dentro del él; la cerveza y las mujeres, fueron sus más grandes debilidades, y su valentía, astucia y sagacidad, fueron sus fortalezas, según se desprende de los corridos que le compusieron, inspirados en sonados casos policiacos donde fue parte de más de dos balaceras, una de ellas, se registró en Valle de Banderas, en 1967, cuando investigaba irregularidades cometidas por el personal de la Junta de Mejoras, entonces recibió 10 impactos de bala, uno de ellos en la cabeza que lo dejó moribundo, por ello, recibió los santos oleos de manos del sacerdote, Carlos Peña, de Puerto Vallarta, porque prácticamente se estaba muriendo y hoy, 55 años después, el mismo sacerdote, que con el tiempo se hicieron amigos, ungió los santos oleos al comandante Montelongo minutos antes de su deceso, su familia tenía la esperanza de que este sacramento le permitiera, como la otra ocasión, vivir un poco más.
Otro caso muy sonado en la región, se registró en octubre de 1990 en la comunidad de Bucerías cuando cuatro hombres primero intentaron robar la CONASUPO y luego pretendieron secuestrar a una de las hijas del comandante, Jacqueline. Según narra uno de los corridos, estos tipos no sabían con quién se había metido, nada más y nada menos que con el ex director de la Policía Judicial, que al enterarse del hecho, sacó un cuerno de chivo y encaró a los secuestradores “Suelten a mi hija cabrones o los carga la chingada”, acción decidida que acobardó a los criminales que más tarde fueron aprehendidos y encarcelados en el penal de Tepic.
Le sobreviven al comandante Montelongo, 22 hijos, cinco de ellos, hijos de la señora Teresa García, con quien vivió 39 años; los gemelos, Javier y Xavier, Xochitl Zoila, Zulema y Junior, cuatro de los cuales son abogados y uno de ellos, actualmente regidor del VIII Ayuntamiento de Bahía de Banderas, Xavier Esparza García. La misa de Cuerpo Presente se celebrará este 6 de julio 2012 a las dos de la tarde en la iglesia de Nuestra Señora de la Paz en Bucerías y su cuerpo será sepultado en el panteón de la Cruz de Huanacaxtle. Que en paz descanse don Javier Esparza Montelongo.