Del Estado de México, llegaron a Puerto Vallarta familiares de la joven Aidé M. Pacheco Arizmendi, quien falleció en el malecón, sustenta la hermana quien la vio morir en sus brazos, por causas de una descarga eléctrica y no de un infarto
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Familiares de la joven quien murió al parecer electrocutada en el malecón, llegaron a Puerto Vallarta, exigen justicia al alcalde, Salvador González y al gobierno en pleno.
Procedentes del Estado de México, acudieron al salón de ayuntamiento, buscaron al alcalde, pero éste tras la sesión edilicia, salió a su oficina, pese a la promesa de regresar con los medios de comunicación, nunca lo hizo.
Ahí primos, tíos y familiares, fueron entrevistados por los medios de comunicación.
“Yo la vi morir en mis brazos, la quité de la escultura también recibí una descarga nada pudimos hacer”, destaca la hermana.
Por su parte, Gerardo Martínez Arizmendi, primo de Aidé Maribel Pacheco Arizmendi quien murió la noche del miércoles al parecer electrocutada en el malecón, exige justicia.
“Venimos a pedir justicia por la muerte de mi prima, no es justo que nos estén pidiendo que vengamos a un destino para un malecón que está mal hecho, que tiene malas instalaciones y que por eso murió así electrocutada enfrente de toda la gente”.
Queremos que nos hagan caso, y que nos resuelvan esto hoy mismo, la gente está esperando el cuerpo de mi prima, aquí ha estado el cuerpo toda la noche, no es justo, dijo.
Lo que he visto en el internet, y en los periódicos que dicen fue un infarto, “mi prima era una persona sana, ella no tenía ningún problema, hay testigos turistas hay una imagen de que se está electrocutando, además de la presencia de visitantes, que nos han pedido que pueden venir para testificar”, comentó el familiar.
“Eso no fue un infarto para nada, además si le hicieron una autopsia los médicos legistas deben saber que cuando hay un electrocutado hay un lugar por donde entra la energía y otro por donde sale, esos lugares deben estar visibles”.
Agregó, y si no, “ella debe tener lesiones internas eso cualquier persona lo entiende, el cuerpo sigue en la SEMEFO”.
Por lo pronto, acabo de llegar de la Ciudad de México con los documentos que me pidieron para poder llevarnos el cuerpo, “estamos indignados”.
No queremos largas, queremos que nos atiendan, es la obligación, y dijo que en Jalisco hay una ley que dice, “que si tu pasas un bache y se te poncha una llanta te lo tiene que pagar el gobierno, estamos hablando de una vida no de una llanta queremos justicia”.
Del gobierno municipal, se presento con nosotros el secretario particular Pedro Delgado, para ponerse a la orden, “vengo a darte una tarjeta de mi parte”, nos dijo.
No te acepto nada, fue la respuesta de Arizmendi, nosotros ya levantamos la denuncia correspondiente.
“Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias, nos deben ayudar, mi prima era el sustento, que feo que promueven que venga a pasear uno a donde haya inseguridad, por tomarse una foto murió”, concluyó.
Ahí mismo, en el seno de ayuntamiento apenas terminó la sesión llegaron familiares procedentes del Estado de México.
La hermana de la persona que falleció en el malecón, de nombre Rocío Pacheco, con lagrimas en los ojos dijo a los medios, “ayer después de lo sucedido los paramédicos tardaron en llegar más de diez minutos, no tenían el equipo necesario, mi hermana solamente estaba posando en las esculturas cuando le tocó en una especial que recibiera la descarga, está en mi cámara”.
“Yo tengo la prueba de cuando se está electrocutando yo la intenté quitar y sentí toda la energía y esta me botó, ella siguió ahí hasta que la jalé. Sentí la energía de cómo le recorrió el cuerpo, tardaron en llegar pero mi hermana ya no tenía signos vitales, luego se la llevaron al hospital y ahí nada pudieron hacer”, relató.
Dijo también que desconoce porque se asume la muerte haya sido por un infarto eso es mentira, “eso es falso, no estábamos comiendo nada solamente queríamos ver el atardecer ahí están las fotos no es justo que pase todo esto”, concluyó.
Cabe destacar que a esta ciudad llegaron dos hermanas Aidé Maribel y Rocío Carolina Pacheco Arizmendi de 31 y 23 años de edad respectivamente.
Provenientes del estado de México, del municipio de Tultitlan, el objetivo pasar días de descanso y recreo con motivo de las vacaciones de fin de año.
Una vez instaladas aprovecharon para realizar los recorridos y actividades programadas por la empresa turística contratada.
Al salir la tarde de este miércoles a observar el atardecer en el malecón, comenzaron a tomarse fotos y en una de ellas al hacer contacto con una de las esculturas, la hermana quedó presa de la energía eléctrica.
“Ahí murió, en mis brazos”, relató Rocío Pacheco Arizmendi.