El antiguo puerto prehispánico ubicado en la Cruz de Huanacaxtle, era el Puerto de Valle de Banderas, comentó Crescenciano Flores Alvarado, al referirse al comercio continental que los indios “banderas” llevaban a cabo desde un antiguo puerto ubicado en La Cruz de Huanacaxtle, desde donde partían en balsas planas para intercambiar los productos de la Bahía de Banderas con otras naciones prehispánicas tanto las ubicadas al norte del continente Americano, como Nuevo México, como al sur, llegando hasta Perú.
Entre los productos que llevaron los indios banderas hacia estos lugares tan lejanos están el caracol Spondylus, llamado también en lengua Quechúa del Perú como Mullu, ostra sagrada, que se utilizó en los Andes para ceremonias religiosas como polvo o chaquira, así como catalizador para la ingestión de las hojas de coca. Textiles teñidos con el caracol Murex y Thais que daban tinte muy apreciado en el mundo prehispánico para teñir telas, el cual era resultado de una secreción del caracol cuando se siente amenazado, substancia que al oxidarse con el medio ambiente toma un color morado índigo.
También se extraía el caracol Strombus, que era usado para instrumentos musicales y la muy apreciada cal de concha para el acabado de muros, base para pintura usado en el centro de México y área Maya, era un producto de gran calidad en la construcción. Bernal Diaz del Castillo dice que cuando los españoles entraron en la Gran Tenochtitlán se asombraron de ver que los edificios estaban bien encalados.
Desde tiempos antiguos existió contacto cultural entre el occidente de México y las culturas de América del sur hasta el Perú. La Tumbas de tiro de 300 antes de Cristo al 500 después de Cristo son una evidencia. Los contactos culturales incluyen desde Hohokam, en Nuevo México, hasta Perú, incluyendo Colombia, Panamá y Ecuador, dada la posibilidad de la navegación marina de larga distancia que habían desarrollado los indios banderas.
Se han encontrado materiales provenientes de otras regiones como del altiplano central de México y América del sur en lugares como Punta de mita, que incluyen variedad de objetos de cerámica provenientes de otras latitudes.
Los indios banderas de la costa desarrollaron una industria basada en el desarrollo del buceo a profundidad, la transformación de la concha y la navegación fluvial, de estero y de grandes distancias, lo cual lograron sin cartas de navegación ni compas, pero eran grandes astrónomos. Viajaban en balsas planas rectangulares, con estabilizadores a los lados, mástil con vela y un timón. Desde noviembre y hasta abril era posible la navegación sin exponerse a los ciclones. En sus escritos, Hernán Cortés narra en su expedición a las Californias en 1535 que encontró “balsas de 5 maderas en la Bahía de Santa Cruz”.
Además tenían la tecnología de los metales, eran el único pueblo prehispánico del norte de América que ya había desarrollado los metales, así lo atestiguan los hornos metaleros encontrados por José Beltrán en Punta de Mita en 1997, que son un hallazgo importantísimo, pues ninguna otra cultura prehispánica del norte manejaba los metales.
En Punta de Mita también se han encontrado mercancías de otras partes del continente, como cerámica plumbate, procedente de Chiapas o Guatemala, pesas de buceó profundo idénticas a las encontradas en la Isla del Plata en Ecuador, y artículos como turquesa, cucharones de cerámica, hachas de garganta procedentes del Noroeste de América, de Nuevo México. Así pues, nuestros antepasados eran grande viajeros, navegantes y buceaban a profundidad, supieron explotar los caracoles y conchas marinas, lo cual les trajo riqueza y progreso.
Del antiguo Puerto de Huanacaxtle aún se conserva una plataforma en la Cruz de Huanacaxtle, que es el testigo de los descubrimientos arqueológicos que ha hecho José Beltrán en sus excavaciones en Bahía de Banderas, concluyó Crescenciano Flores.