A Roble Enrique Ramírez Hernández invaden terreno y le niegan cualquier tipo de información en oficialía mayor de padrón y licencias
Por Mauricio Lira Camacho
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Ciudadano denuncia invasión en parte de su terreno en zona federal, y en oficialía mayor de padrón y licencias, le niegan cualquier tipo de información.
Se trata de la invasión de un vendedor de comida y juegos infantiles, el primero particular y el segundo del propio ayuntamiento
Roble Enrique Ramírez Hernández, propietario de zona federal en la colonia Leandro Valle de la delegación de El Pitillal, denunció corrupción de funcionarios de la oficialía mayor de padrón y licencias, quienes atentan contra su patrimonio.
El problema radica en que según tiene expediente que le da derecho de propiedad en ese terreno, pero hace 6 años una persona puso un puesto de mariscos en su propiedad, sin permiso alguno.
Cuestionado porque hasta ahora muestra inconformidad relata que nunca había presentado denuncia alguna, porque desconocía términos legales y su abogado nunca le comentó nada.
Dice que con varios procesos judiciales, podría legalmente sacar a esta persona de parte de su terreno en Leandro Valle.
Estaba mal asesorado siempre me dijeron que por la vía civil o con título de concesión podría sacarlo, pero apenas me dijeron había elementos para proceder por derecho vía jurídica.
Al solicitar información en la oficialía mayor de padrón y licencias, dijo el denunciante que le negaron toda la información al respecto, aún cuando les fue mostrada toda la documentación.
En un principio, me negaron todo, pero luego no fluyó la información, al contrario fueron prepotentes para dar aclaración alguna.
Vieron mi expediente y aún así no se procedió siquiera a la revisión de mi caso o de los papeles, era demostrarles, dijo, que soy el legítimo propietario.
Este terreno se localiza en lo que era el antiguo cauce del río Pitillal, en la colonia Leandro Valle, este mide 11 mil 221 metros cuadrados, ocupados el área donde está el puesto de mariscos y una invasión de juegos de parte del ayuntamiento.
En ninguno de los dos casos hay consentimiento de su servidor, dijo el denunciante.
No ha querido hacer más pues hace varios años fue amenazado de muerte.a