- Prácticamente todo el primer cuadro de la delegación se encuentra invadido por comerciantes y puestos semifijos
Por Mauricio Lira Camacho
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Calles del primer cuadro de la delegación de El Pitillal, se encuentran invadidas por puestos semifijos y vendedores ambulantes.
Se dificulta el paso de peatones y la circulación de vehículos, es la queja de visitantes y residentes.
En las vialidades circundantes a la delegación y la iglesia en este punto mencionado, además de los puestos existen las personas que apartan cajones de estacionamiento lo que dificulta aún más el tránsito por las calles y el paso por las banquetas en horas pico.
Cierto que en esta temporada de diciembre no hay clases, lo que ocasiona menos congestionamientos, pero es precisamente cuando la gente sale a pasear o hacer compras.
Los sitios de taxis en las esquinas principalmente en uno de los puntos que dan a la plaza de El Pitillal, dificultan también el paso.
La calle que da a la propia delegación de ese lugar está cerrada debido a la existencia de un tianguis con diversos enseres.
De igual forma la arteria que le sigue, está invadida por gente con puestos semifijos que venden antojitos típicos de la época.
Asimismo, calles que le siguen están llenas de estructuras de metal viejo que son estructura para puestos donde se vende ropa, ocupan normalmente la banqueta y un 20% de la calle, el paso de vehículos se dificulta, no se diga de las unidades que se dedican a la repartición de agua, gas y de los proveedores a tiendas.
La ausencia de elementos de tránsito es notoria, refieren quienes se han quejado por esta situación.
Por años, la delegación en el Pitillal, ha estado olvidada en regulación en esta materia, ninguna autoridad ha querido meter orden en lo que a permisos se refiere.
Desde los tiempos en que se permitía que autobuses foráneos se estacionaran a un costado de la plaza, para esperar a la gente que viajaría a otros destinos, así como los incontables sitios de taxis que ahorcan la circulación vehicular.
Los tiempos se dificultan, cuando existen comerciantes quienes defienden la causa de privatizar cajones públicos y banquetas para uso exclusivo aduciendo que han pagado por ello ante la tesorería municipal en turno contando además con el aval de la subdirección de tránsito.