Lo que el DIF de Bahía no hizo, asociación logró que Angélica vuelva a caminar

* Gracias al servicio de la terapeuta, Belén Bobadilla Flores, de la Asociación Bajos Recursos Vanesa Vale, la señora, Angélica de Villas Miramar, que durante 10 años tuvo problemas para caminar debido a problemas con su columna y fracturas, en menos de un mes.

Por Paty Aguilar

Cuando a la pobreza se le suman malas condiciones de salud, la desesperación y angustia ponen en estado de indefensión a las familias que la padecen y cuando las instituciones de gobierno fallan con sus programas asistenciales, pues la situación de estas familias parece no tener fin. Sin embargo, en Bahía de Banderas dos asociaciones civiles se han acercado a llevarles alivio y ayuda para sus males; El Club de San Juan de Abajo Unidos por Bahía y Bajos Recursos Vanesa Vale.

Si estas dos Asociaciones, la primera conformada por paisanos de San Juan de Abajo que radican en Estados Unidos y con su aportación económica se compran artículos de mayor necesidad que donan a quienes más lo necesitan y la segunda conformada por un grupo de mujeres que ofrecen sus servicios de apoyo, respaldo y gestión a favor de las familias más vulnerables presidida por Vanesa Muro. En esta ocasión, hace poco más de un mes, se coordinaron para llevar artículos ortopédicos a familias del fraccionamiento Villas Miramar con problemas de discapacidad física.

Una de estas personas beneficiadas, fue la señora, Angélica, de 53 años de edad, viuda desde hace dos años, con problemas físicos en columna vertebral desde hace 10 años, aunado a ello sufrió dos fracturas, una en su pierna y otra en su mano. La fractura de su pie, la hizo cojear un buen tiempo lo que le generó mayor problema en su columna vertebral. Mientras su esposo vivió, estuvo recibiendo atención médica sin que lograra caminar sin dolor, sin embargo, desde hace dos años, por falta de dinero dejo de recibir atención.

Es el caso que cuando el Club San Juan de Abajo Unidos por Bahía y la Asociación Bajos Recursos Vanesa Vale, le entregaron una andadera, la terapeuta, Belén Bobadilla, le ofreció darle terapia y le pidió que confiara en ella. Hasta la fecha, Angélica ha recibido un tratamiento de 6 terapias, sin embargo, según refirió en entrevista, a la tercera ocasión, Angélica ya pudo caminar sin apoyo de la andadera.

“Todo el tiempo anduve con un quiropráctico y otro y otro y así y a raíz de que mi esposo se murió, el día que lo interné, ese día me caí en el hospital, en el Regional, se me quebró este pie (izquierdo) y menos pude caminar y como a los tres meses aquí me caí (su casa) y me quebré la mano. Así que no podía caminar y para vida de hacerlo necesitaba apoyarme en algo y una muchacha de la esquina me vendió una carriola viejita y con ella podía dar unos pasos, pero con mucho dolor en mi espalda” platicó.

Luego, visiblemente emocionada, comentó que a ella nunca se le había dado un apoyo “después de que se había pedido a todos los que estaban jugando que para presidente, diputados y que sabe cuánto, a todo el que pasaba yo le pedía una andadera y nunca me la pudieron traer, entonces ella (Vanesa Muro) una vez vino, se dio cuenta de mi problema y ese día (de la entrega de la andadera) yo no la esperaba porque me decía téngame paciencia y cuando menos acordé ya los ví aquí y me quedé yo así, no sabía ni qué, se me hacía como imposible” dijo emocionada.

Recordó que ese día cuando salimos de su casa, la señora Belén se le acercó y le ofreció que ella le iba a ayudar para que pudiera caminar “Ella me dijo que no me preocupara que ella me iba a echar la mano… (llanto) pues me sentí apoyada más que nada porque a mí nadie me apoyó, nunca me han apoyado, ella vino y me dio la primer terapia y yo pensé que no creía que me iba a acomodar, pero ese día en la noche yo ya pude dormir boca arriba… (llanto) y ha seguido viniendo y ahora ya hasta puede caminar, me siento muy bien y ya pude dormir 5 horas y media cuando antes solo podía dormir una hora y media porque los dolores no me dejaban, ya no necesito la andadera, ahora mi madre la utiliza porque ella tiene 90 años y usa silla de ruedas y con la andadera se apoya: Para mí ellos son una bendición Vanesa y Belén y el señor que me trajo la andadera (Eric Fabián Medina del Club San Juan de Abajo Unidos por Bahía)”

Finalmente, la señora Angélica, envió un mensaje al presidente municipal y a la presidenta del DIF municipal, a solicitud expresa de este medio de comunicación, para que vieran la manera de ofrecer servicios de terapia a domicilio a las personas que son pobres “que pongan más atención, que también la gente pobre vale, el problema está que como nosotros no nos podemos mover, no tenemos dinero para estar pagando taxis ni terapias, pues si hace mucha falta, más que nada que lo hagan por humanidad” concluyó no sin antes agradecer a las asociaciones y personalmente a Belén que finalmente con sus manos le ayudó para volver a caminar.