* Salvador González ideó el proyecto pero no dejó candados para mantenimiento y supervisión, hoy ese lugar luce en abandono
Por Mauricio Lira Camacho
Noticiaspv
Lo que en su momento se presumió con bombo y platillo, hoy es un abandono pleno de la caseta de vigilancia y los baños en Marina Vallarta.
Fue en el trienio del entonces alcalde priísta, Salvador González, que con bombo y platillo, anunciaba un inmejorable apoyo para residentes del exclusivo fraccionamiento Marina Vallarta, y público en general de las instalaciones de una caseta de vigilancia y baños públicos.
Este inmueble se localiza al final en la calle que desemboca hasta el mar por el residencial, corriendo a un costado de los hoyos 15 y 16 del campo de golf.
A lo largo de un poco más de un kilómetro al final, se aprecia un inmueble conocido como elefante blanco, pues nadie lo usa y la inversión que se anunció en su momento, queda ya en el olvido.
El inmueble luce con colores que se han perdido, las rejas de ingreso están corroídas por el óxido, las puertas inservibles, un total abandono.
Afuera, muy cerca de ahí, se encuentran bolsas de la basura que se colecta diariamente, pero que la falta de una ruta continúa es testigo de la suciedad que ahí hay.
La pestilencia es absorbente, ante la falta de botes de basura o recipientes donde depositar los residuos debidamente clasificados, es normal que se acumule también excremento de perros sueltos y de los que son sacados a pasear por los dueños.
A esta zona, llegan moradores de Marina Vallarta quienes se levantan a hacer ejercicio solos o con sus mascotas, pero que deben sortear los malos olores, la presencia de demasiada basura y contaminación de residuos que llegan al mar.
Pues en las rocas, se observan cualquier tipo de comida chatarra que es dejara ahí, por familias o personas que se dan el tiempo de pasar un rato contemplando el mar.
Al interior de la caseta la cual luce abandonada sin que nadie deje muestras de estar a cargo de algún tipo de mantenimiento, el mal olor es perceptible, señales de que las puertas han sido forzadas pues dentro hay cubetas que son usadas como asiento y se palpa la existencia de vasos desechables envases de plástico y de vidrio de refrescos ya vacíos y por supuesto de botes de cerveza y botellas de vino.
Esto indica claramente que de noche o fines de semana, esta caseta originalmente diseñada como apoyo a visitantes dela zona tuvieran el fin de baños públicos y de vigilancia para mantener la seguridad, es usada actualmente como un lugar para que algunas personas consuman bebidas alcohólicas.