Visiblemente emocionada, la madre de Oscar García, encarcelado por más de 8 meses por un delito que no cometió, narró su experiencia y la de su familia durante este tiempo. Además del desgaste emocional y sentimental, comprobar la inocencia de su hijo les costó alrededor de 100 mil pesos.
Por Paty Aguilar
Cuando salió del penal Venustiano Carranza de Tepic. Nayarit, alrededor de las 3 de la mañana de este 24 de octubre 2013, luego de abrazar y besar a su madre, Doña Angélica García y al resto de su familia y tras celebrar su libertad por algunos minutos fuera de la cárcel, de inmediato viajaron hasta Puerto Vallarta, donde tiene su domicilio, Oscar García García. Fue acusado y privado de su libertad por un delito que no cometió y aunque desde la averiguación previa que se inició a partir de su detención el pasado 6 de febrero, la mujer que fue plagiada y dos detenidos confesos por el crimen que se cometió contra ella, tanto a él como a otros tres, los deslindaron de alguna responsabilidad, y fue hasta este pasado 20 de octubre 2013, cuando se les dicto auto de libertad con las reservas de ley por falta de elementos para procesar, pero para ello tuvieron que pasar más de 8 meses para que se hiciera justicia y durante este tiempo, la familia de Oscar gastó alrededor de 100 mil pesos para vida de demostrar su inocencia.
Entrevistado en su casa junto a su familia, Oscar dijo sentirse muy contento, sin embargo, comentó que la actuación de la policía estatal y el ministerio público de Nayarit, dejaba mucho que desear y que dentro del penal, tuvo un buen trato a pesar de que al principio cuando fue encarcelado temía le pudiera pasar lo peor, percepción que con el paso de los casi 8 meses que estuvo privado de su libertad, se desvaneció.
Sin rencor, ni enojo visible en su rostro por lo que le ocurrió, con voz suave y pausada, Oscar, quién es barnizador de oficio, manifestó que tuvo oportunidad de aprender a hacer pulseras y otras artesanías que le permitieron sobrellevar los días de encierro y en relación a si tomaría acciones legales contra la policía Nayarit, señaló que no haría nada al respecto “no quiero problemas, ahí se lo dejo a Dios, yo no puedo hacer nada” dijo ante la mirada de aceptación de sus padres, hermanos y amigos de la familia.
Por su parte, la madre de Oscar, doña Angélica García, visiblemente emocionada con lágrimas en su rostro producto de la felicidad que le embargó por tener de nuevo a su hijo en casa, comentó que cuando vio a su hijo salir del penal lo primero que pensó fue darle gracias a Dios porque de una forma o de otra respondió a sus oraciones “porque pues quién más que él, cuando vi a mi hijo, dije gracias Dios mío porque por fin se hizo justicia, yo sabía que mi hijo era inocente, porque cuando ocurrió el delito, mi hijo estuvo aquí desde el lunes, martes y el miércoles se fue a trabajar y ya no regresó, yo le decía al policía que me dijo que mi hijo estaba acusado de violación, dígame cuando a qué hora en donde” recordó con dolor aquel día.
Para lograr la libertad de su hijo, comentó que tuvieron que hacer de todo “nosotros nos metíamos con mi hijo Sergio donde nos abrían la puerta, ahí estábamos, más que yo, Sergio fue quién recibió todos los reproches, porque no en todas partes fuimos bien recibidos” refirió en relación a las oficinas de la procuración de justicia de Nayarit que tuvieron que tocar para buscar se hiciera justica a su hijo.
Recordó como su hijo Sergio se pasaba en su computadora buscando medios de comunicación que los pudieran apoyar, así como información legal que le pudiera ayudar a su hijo, independientemente de que habían contratado a un abogado para llevar la causa penal “usted sabe que si no hay medios no hay nada, si no hay información nadie se entera de nada y gracias a Dios y a ustedes que nos ayudaron mucho” dijo agradecida con trémula voz.
Preguntamos cuanto les había costado demostrar la inocencia de su hijo independientemente del desgaste emocional y sentimental “económicamente, uhh, si yo le platicara, mucho, yo creo que nosotros gastamos como unos 100 mil pesos, dinero que nosotros no teníamos, a mí quien me apoyo económicamente fue mi madre que a sus 86 años (rompió en llanto) ella fue la que me ha estado prestando y una hermana que tengo en Estados Unidos, entonces gracias a eso es que pudimos llegar hasta aquí porque a mi no me importaba, yo le hablaba a mi mamá y a mi hermana y ella se encargaba de conseguírmelos con mi mamá que tenía un dinerito ahorrado y mis demás hermanos se pusieron de acuerdo y mandaban dinero, de esa manera pagamos abogados, viajes a Tepic y mandarle dinero a mi hijo para que pudiera sostenerse ahí adentro” comentó.
Finalmente, doña Angélica, recordó los momentos que vivió cuando vio a su hijo salir del penal “cuando lo vi, yo sentí que se me quitó todo lo que sentía, una pesadez, mucho dolor de cabeza, me dieron ganas de llorar, en cuanto lo vi corrió conmigo, me abrazó y yo a él y me besaba, se imagina, después de tantos meses ahí dentro. Le digo hijo, no sé lo que es convivir en un cuartito de 4 por 4 junto a 13 personas, la verdad yo me volvería loca ahí, yo iba dos horas y me salía y le decía mi hijo, ya me voy, yo no sé cómo aguantas aquí, es bien desesperante, yo no sé como aguantan las personas que están ahí, pero yo digo que gracias a Dios, Dios nos manda el problema, pero también nos manda la fortaleza, porque yo antes cuando Oscar estaba aquí a mi me daban vértigos y a veces no me podía levantar y sin embargo, fueron 8 meses que yo nunca me enfermé del vértigo, gracias a Dios, por eso les digo, Dios pone el problema, pero también nos da fortaleza para poder aguantar” concluyó no sin antes agradecer infinitamente el apoyo que se les brindo en este medio de comunicación.