Sin dar la cara, algunos elementos de la corporación, se quejaron pues les exigen una cuota de 500 y 1, 000 pesos, hasta juntar 150 mil y así poder pagar fianza a favor de policía recluso en el penal, “no son las formas”, sustentan, debe pagar ayuntamiento
Por Mauricio Lira Camacho
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Existe malestar generalizado, pues a los policías según el rango, les están pidiendo una cuota de 500 y 1, 000 pesos para juntar la fianza de 150 mil, a favor de un policía recluso en el penal.
Es la cantidad que necesita el elemento policíaco preso en Ixtapa, acusado presuntamente de haber dado muerte a un camionero, luego de haber recibido un reporte de vecinos que el chofer realizaba junto con otras personas disparos al aire, estando ingiriendo bebidas alcohólicas en la vía pública.
Varios policías denunciaron sin proporcionar sus nombres que les están avisando que en promedio la cooperación en general es de 500 pesos, pero a los mandos de mayor jerarquía el cobro es de 1,000 pesos.
El objetivo es juntar 150 mil pesos, para pagar la fianza lo que permitirá al policía recluido poder salir libre de la cárcel.
Muchos coinciden que la acción es loable, pero que no es la manera de querer sacar a un compañero, la acción en primera instancia es del ayuntamiento que preside Ramón Guerrero, a través del departamento de jurídico, pero todo mundo sabe dentro de la corporación que la comuna dejó solo al policía.
Varios de los denunciantes quienes pidieron el anonimato, señalaron que de este caso lo desconocen el propio alcalde, Ramón Guerrero, el secretario de seguridad ciudadana, Silvestre Chávez y el regidor del partido del trabajo, Otoniel Barragán, presidente de la comisión de seguridad pública.
Contexto
La Fiscalía Central del Estado reveló que el agente del Ministerio Público de asuntos especiales, determinó consignar al agente de la Policía Municipal Santiago Villareal, luego de que encontró elementos suficientes en su contra, por los delitos de homicidio calificado, en su modalidad de ventaja, así como por el delito de abuso de autoridad.
Lo anterior en agravio de José Francisco Rodríguez Rodríguez, de 38 años, quien era originario de El Tigre, municipio de Tomatlán, de oficio chofer del Camión A-08 de los verdes.
Las autoridades manifestaron que estuvieron integrando la averiguación previa, en donde asentaron la versión del agente de la Policía Municipal, asignado al grupo táctico, mismo que argumento lo siguiente:
Que el día de los hechos al ser enterados del reporte de disparos de arma de fuego, arribaron al lugar en donde había tres personas a un costado de un vehículo y al percatarse de la presencia de las unidades, uno de ellos el cual vestía pantalón de mezclilla y playera color gris, hizo dos detonaciones a las unidades no dando blanco alguno, por lo que después de eso corrió hacia un domicilio.
“Se procedió a seguirlo y al llegar al domicilio de referencia, se le ordenó en voz alta y en repetidas ocasiones que arrojara su arma al suelo y se entregara, haciendo caso omiso, por lo que repentinamente ésta persona dio un giro con el arma empuñada en su mano, entonces reaccioné de inmediato haciendo una detonación con un arma calibre .223 con el número de serie A20442G, antes de que disparara debido a que estaba apuntando a los oficiales y previniendo que fuera a lesionar a alguno de los compañeros, debido a que era un peligro eminente para los oficiales que lo seguían”
“Se le logró dar blanco en su costado izquierdo, a la altura de las costillas y con salida a la altura del abdomen del lado derecho…”, parte de esta declaración quedó asentada en la averiguación previa.
Asimismo, era reforzada en parte, por la declaración de algunos elementos, sin embargo, Francisco Rodríguez Rodríguez, se puso bastante grave y fue llevado a la ciudad de Guadalajara, en donde desafortunadamente perdió la vida.
La situación legal del agente se complicó, debido a que el agente del Ministerio Público adscrito al Servicio Médico Forense en Guadalajara, ordenó la necropsia de ley.
El dictamen arrojó que Francisco Rodríguez Rodríguez no recibió en el balazo en el costado izquierdo, sino que recibió el balazo en la espalda con salida en el abdomen, esto fue suficiente para que el agente del Ministerio Público asentara en la averiguación previa, que el elemento no justificó su acción de disparar contra la persona armada, entonces ejercitó acción penal en contra del agente, al existir suficientes elementos legales por el delito de homicidio calificado en su modalidad de ventaja, así como por el delito de abuso de autoridad.
Ante estos hechos, fue remitido al penal de Ixtapa, donde quedó a disposición del juez primero de lo penal.
Cabe mencionar que el personal jurídico, tanto del ayuntamiento como de Seguridad Pública, nunca se presentó a asistir al agente detenido, es decir, le dieron la espalda y cuando sus compañeros acudieron a pedirles ayuda, solo les dijeron que se contrataran a un abogado particular, ya que ellos no se animaban a tomar el caso.
Santiago Villareal fue asistido por un abogado defensor de oficio, tanto ante el agente del Ministerio Público, como ante el juez penal, en pocas palabras, lo dejaron a su suerte y eso ha generado molestia de parte de sus compañeros.