Papacito, tus golpes a mi me roban la vida y tus insultos me matan el alma, ni un golpe más contra los niños, no a la violencia intrafamiliar, basta ya no más violencia, ya basta los niños merecemos amor y cuidados, fueron algunas de las consignas que alumnos y padres de familia de todas las escuelas de Jardines del Sol y Santa Fe portaron durante la marcha de solidaridad y protesta por el fallecimiento de Jair de 4 años de edad en manos de su padre.
Por Paty Aguilar
Alumnos, profesores y padres de familia de los Jardines de niños, Emilia Ferreiro ambos turnos y María Elena Chanez Sánchez, también ambos turnos, del fraccionamiento Jardines del Sol, de San José del Valle, así como de la primaria, Manuel Peña Avila, en sus dos turnos, y de la secundaria de nueva creación, llevaron a cabo una marcha de solidaridad y protesta en contra de la violencia intrafamiliar ante el fallecimiento de Christopher Jair, alumno del kínder, Emilia Ferreiro, quien el pasado fin de semana su padre le quitó la vida, como en su momento, se informó oportunamente.
Esta manifestación silenciosa, inédita en este municipio de Bahía de Banderas, Nayarit, fue un acto de reflexión masiva en torno a los acontecimientos trágicos que se registraron la semana pasada cuando una madre de familia, la señora, Maritza Sánchez, perdió a su hijo, luego que su ex pareja, padre del menor, se lo arrebató para después quitarle su vida.
Precisamente, fue la madre y su familia, junto con los compañeros de escuela de su hijo del jardín de niños, Emilia Ferreiro, quienes encabezaron la marcha que fue seguida por alumnos, profesores y padres de familia de las demás escuelas de los tres niveles educativos que hay en los fraccionamientos Jardines del Sol y Santa Fe. La marcha se llevó a cabo por las principales calles de dichos fraccionamientos y al final del evento, la directora del jardín de niños de Jair, profesora, Ana Gabriela Reyes Luna, señaló que esta marcha simboliza la unidad del magisterio para fomentar en sus alumnos la no violencia “desde pequeños debemos inculcarles el auto cuidado y ustedes como padres de familia reforzar en casa todo lo que se dé aquí en la escuela” mencionó.
Asimismo, agradeció a la familia de “nuestro querido Christopher Jair que hizo un esfuerzo de estar aquí presentes, su madre, hermanos, padres, abuelitos, tíos, gracias por su presencia” los cuales recibieron un fuerte aplauso como signo de solidaridad y apoyo moral y un largo aplauso para Christopher Jair “que ya es un angelito” dijo la profesora.
Por su parte, la señora, Maritza Sánchez, en entrevista, agradeció a todos los asistentes “por todo su apoyo y todo el amor que han brindado a mi bebé, no tengo las palabras para agradecerles” dijo con palabras entre cortadas por el dolor. Luego, agregó “me da mucho coraje con los policías porque les dije, les hablé por teléfono y les dije que su hermana (del padre del menor, que padecía esquizofrenia) se había matado con un cuchillo, que se había degollado y les dije que él estaba ya mal, que ya presentaba también síntomas y les dije a los policías. Ese día se golpeó mi bebe en la cabeza cuando me lo quisieron quitar, cuando su papá se metió a mi casa, porque fue secuestro, se metió a mi casa y me lo quitó de mis brazos, me lo arrebató, yo les dije a los policías que yo quería saber que mi bebé estaba bien. Cuando me quise acercar a la ventana, el policía me hizo con la mano hacia un lado y me dejó ver a mi bebé, le dije al policía, yo no voy a salir, pero que me dé a mi bebé y les dije –ese señor quiere regalar a mi hijo, no lo quiere, nunca lo quiso, él quería que lo abortara y no me hicieron caso-“recordó entre sollozos.
Cabe mencionar, que la madre acompañada de su familia, se presentó ante la Comisión de Derechos Humanos Municipal para presentar una queja contra el actuar de los policías que un día antes acudieron al llamado de auxilio que pidió cuando el padre del menor le arrebató a su hijo “lo que quiero es que estos policías sean sacados del servicio o que reciban capacitación porque si ellos hubieran actuado, mi hijo estaría vivo y no deseo que ninguna otra madre viva lo que estoy viviendo” concluyó.