* Este viernes, un limpiaparabrisas más en crucero de Fluvial Vallarta y Francisco Villa.
Por Mauricio Lira Camacho
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No es regular, es evitar asalto de indigentes y limpia parabrisas en cruceros viales de Puerto Vallarta.
Este viernes por la mañana la cámara de este medio de comunicación, captó la presencia de un nuevo limpia parabrisas operando en el crucero de la avenida de ingreso a Fluvial Vallarta y Francisco Villa.
Ahora se trata de un joven de escasos recursos, esta mañana vestido, con playera color roja y un jeans deslavados, haciendo faenas para que algún automovilista le proporcionara unas monedas para salir adelante con sus gastos diarios.
Así, se suma a otro de edad avanzada que por las tardes en ese mismo punto, hace su trabajo de limpiar parabrisas.
Los operativos que normalmente hacían inspectores de reglamentos en coordinación con personal del sistema para el desarrollo integral de la familia, DIF, han dejado de realizarse sin conocerse alguna explicación.
El mes de diciembre de cada año, siempre se registran en el caso de seguridad pública, aumentos en los robos de patrimonio, autos y casas.
Mientras que en el caso de la gente que llega de fuera, es un remanente para que se instalen en los cruceros para pedir dinero simplemente extendiendo la mano, vendiendo algún producto o presentando alguna actividad.
En el caso excepcional de la Cruz Roja, esta es una campaña anual de instalarse en cruceros para una noble causa.
Así como los permisos que obtienen personas débiles visuales en algunos cruceros, de igual forma con los voceadores de periódicos y revistas.
En tanto, los que deben impedirse son los asaltos en los cruceros de las personas que se dedican a pedir dinero en bote, de quienes representan a grupos de rehabilitación e indigentes, por seguridad de ambos grupos y evitar mala imagen del destino.
La ola hoy son los limpiaparabrisas, los cuales deben ser retirados ni siquiera controlados en su actividad.
Este es el contexto que presenta el regidor panista, Jesús Anaya, al considerar que los limpia parabrisas no deben estar en los cruceros y coincide que se han convertido ya en un problema social, principio de lo que viven las grandes urbes como la ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Tijuana.
Anaya sentencia que para esta actividad no se debe regular, sino evitar a toda costa.