Javier Pelayo, regidor de movimiento ciudadano, reportó este lamentable hecho, pero el problema continúa
Por Mauricio Lira Camacho
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Nadie sabe, nadie supo.
El regidor de movimiento ciudadano, Javier “Pitas” Pelayo, ya reportó esta anomalía, pero el problema sigue como si nada.
Se trata de la destrucción de parte de la banqueta sobre avenida Francisco Villa.
En el tránsito de norte a sur, en esta arteria, del lado derecho casi frente a la Macro Plaza, en la polémica para de camiones urbanos, esa parte está totalmente destruida.
No hay ninguna posibilidad de que el peatón camine con total seguridad, ya que, o invade el lote baldío en el que ya se está trabajando o debe bajar para pasar el lugar con el riesgo de que sea atropellada por alguna unidad.
En esta parte de la destrucción de la banqueta se observa, luego de un recorrido efectuado por este medio, derivado de una denuncia ciudadana, raíces que sobre salen entre las placas de concreto las cuales se extienden hasta la parte donde ya se está construyendo en el terreno antes referido.
Una asidua usuaria de camión urbano, que utiliza esa parada, explicó a este medio, con la solicitud de que no fuera publicado su nombre, relató que la semana pasada trabajadores con maquinaria, se dedicaron a cortar literalmente el enorme árbol que ahí se localizaba.
Al cuestionar a los empleados, presuntamente de una empresa constructora particular, le dijeron que en estudios de subsuelo que hicieron los técnicos, identificaron que las grandes raíces del árbol llegaban hasta las inmediaciones del lote en donde el dueño está por construir.
Acerca de algún permiso que debe otorgar la autoridad municipal, estatal o federal, los trabajadores respondieron a la persona interesada, que el dueño era quien directamente estaba tratando ellos solamente iban por lo operativo, “órdenes son órdenes”, dijeron.
En una charla informal con esta persona, este medio pudo obtener la información de que el dueño del lote tendría el derecho de que no hubiera grandes raíces de un árbol invadiendo su territorio, pues al querer construir el inmueble o estructura bajo proyección tarde que temprano saldrá dañada y perderá inversión.
Lo que no se vale, es que al parecer hayan cortado el árbol sin ningún permiso y que para colmo, palabras de la entrevistada, hayan destruido la banqueta en perjuicio de quienes son usuarios a los camiones urbanos para trasladarse en ciertos puntos del municipio de Puerto Vallarta.
A la fecha, nadie asume responsabilidad para reparar parte de esta banqueta.