* El párroco de Nuestra Señora de La Paz, el padre Chema, hace un llamado a la cordura, tanto al alcalde, José Gómez, como a los responsables del área de Fiscalización y al delegado de Bucerías, para que reconsideren la reubicación de los vendedores de artesanías que finalmente fueron sacados de la plaza y es que este Miércoles de Ceniza fueron instalados a un costado de la iglesia.
Por Paty Aguilar
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Tras reconocer que los vendedores de artesanías necesitan trabajar, necesitan vender sus productos, el padre Chema, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz, consideró que haberlos reubicado sobre la calle aledaña a la iglesia, quitó espacio de estacionamiento a quienes visitan la zona centro de Bucerías y con ello, dijo el sacerdote, lo que están logrando, es ahuyentar aún más al poco turismo que a cuenta gotas llega a esta comunidad.
Recordó que la situación en vez de mejorarse, se agrava más en relación a los vendedores fijos y semifijos que ya rodean la iglesia y parte de la plaza y esto, dijo, avalado por la autoridad municipal. Hace 20 años, dijo, llegó a Bucerías y no había ningún puesto frente al templo “el turismo llegaba a tomar fotografías, películas del templo hacia el mar, pero un delegado de acuerdo con el municipio, empezó a permitir puestos enfrente desde hace tiempo, pero en fin, se cobra piso, se cobra dinero para el municipio” comentó en tono de resignación.
Señaló que el habla mucho sobre quitar estorbos de las calles para que el tráfico fluya, pero también estorban al pueblo y al turismo, ni se diga, comentó tras agregar que “pero últimamente como se arreció la invasión de puestos. Ahorita acabo de estar allá afuera (donde están los vendedores) les cobran 150 pesos por metro a los pobres de Oaxaca que vienen a vender algo, es un abuso, pobre gente que viene buscando qué comer” lamentó.
Sin embargo, preguntó el sacerdote con cierta molestia “porqué permiten puestos frente al templo, alrededor del templo. El turismo que trae su carro dónde se va a estacionar, dónde. Ahora párense un día aquí en el crucero de Bucerías y vean cuanto autobús pasa a Vallarta, a Vallarta y aquí no llegan, a qué llegan aquí? Estorbos por todos lados y más el centro, lo que veían antes libre, ya no lo ven libre, entonces el Turismo, va para abajo en Bucerías».
«Si usted es turista, trae su carro, entra al centro, no hay donde estacionarse ¿va a volver? Ya no vuelve y peor caso, difamando al pueblo, lleno de estorbos, lleno de mugre y el turismo se aleja más todavía. Eso me interesa a mí mucho” dijo en tono de preocupación.
A los vendedores, dijo finalmente, los deben de acomodar donde no estorben, concluyó no sin antes mencionar que no lo tomaron en cuenta, sino todo lo contrario, según le comentaron que el delegado y los funcionarios del Ayuntamiento, que él como sacerdote, nada tenía que ver en eso porque la calle es del municipio y tienen razón, dijo el sacerdote, pero no saben lo que están haciendo porque están ahuyentando al Turismo.