Se llenaron de Vida los Panteones Recibieron Cientos de Dolientes

* Con alegría y pesadumbre, música y silencio, recuerdos y anécdotas, cientos de familias celebraron el Día de Muertos en Bahía de Banderas.

Por Paty Aguilar
NoticiasPVNayarit

Desde temprana hora este Día de Muertos los panteones ejidales de de Bahía de Banderas, empezaron a recibir a parientes y amigos de quienes ya descansan en los Campos Santos. Las tumbas de sus muertos empezaron a lucir sus coronas, flores naturales y pintura nueva, mientras que grupos musicales esperaban ser contratados para tocar las canciones favoritas de los fallecidos. En esta ocasión, como desde hace dos años, no hubo celebración de esta tradición por parte del Ayuntamiento.

Durante un recorrido que realizamos pudimos observar la alegría de las familias de poder acompañar en su tumba a sus seres queridos, aunque también vimos familias entristecidas por la reciente perdida de sus seres queridos, con heridas emocionales todavía sin sanar. Poco a poco empezaron a arribar por la mañana, ya por la tarde, se esperaba el arribo de un mayor número de familias y de personas solitarias con una corona o con un ramo de flores en sus manos.

Aunque la gran mayoría de tumbas tenían flores y coronas, pudimos ver que otras tenían vestigios de haber sido abandonadas por sus familiares desde hace muchos años; tumbas vacías, quebradas, abiertas con el paso del tiempo y en otras posando sobre ellas viejas coronas o bien entre matorrales, mientras que otras tumbas se distinguen por su lujosa construcción. Dicen que en los panteones todos somos iguales, pero no es así, ahí también hay distinción de suficiencia económica por parte de los dolientes.

En esta ocasión, como desde hace dos años, no hubo celebración por parte del Ayuntamiento donde se suele realizar como es el panteón San José del Valle. No hubo presentación artística cultural como homenaje a los Muertos, solo vimos el entrar y salir de los panteones de familias que llevaron flores y coronas a sus muertos en un ambiente de silencio, pero a la vez de alegría, pesadumbre, recuerdos y el recuento de anécdotas de cuando sus seres queridos estaban vivos.