Semáforos Amarrados y Detenidos con Alambre

Es lamentable la imagen que se da al turismo, que Puerto Vallarta destino de primer mundo, tenga servicios de tercera y todo por falta de recursos

Por Mauricio Lira Camacho
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Muchos de los semáforos en Puerto Vallarta, están sostenidos o amarrados por alambres.

Es lamentable que la imagen que se da al turismo nacional e internacional, como lo es Puerto Vallarta, destino de primer mundo, tenga servicios de tercera y todo esto se deba a la falta de recursos económicos, una cantaleta que se viene dando por las últimas administraciones tanto priistas como panistas y de la actual de movimiento ciudadano.

Al subdirector de tránsito, Jesús Rodríguez Campoy, le ha quedado grande el paquete en materia de mejorar la infraestructura.

En las veces que le ha tocado ser subdirector de esa dependencia, la ultima vez e n el trienio del panista, Pedro Ruiz Higuera, el discurso es el mismo, no hay dinero.

Y para ello, las autoridades echan mano de ingenio, tomar alambres y amarrar como se pueda, el mal estado de los semáforos, para evitar que caigan estrepitosamente.

Es increíble para muchos que en aras de mejorar la imagen visual del destino, no se cuiden estos detalles tan imprescindibles.

Ha quedado en el pasado y enterrado en el baúl de la dependencia, aquella iniciativa para quitar los semáforos inservibles, a raíz de la reconstrucción del malecón de los ubicados en calles transversales.

No funcionan y no tiene sentido tenerlos en esta zona cuando en esas direcciones vehiculares, no hay tal.

En entrevistas anteriores con Campoy, este ha dicho que la idea era retirar estos semáforos y colocarlos en donde los que existen en otros puntos y cruceros en el municipio, aquellos que tengan dictamen de inservibles o a punto de caer.

Estos semáforos ubicados en el centro se encuentran en buen estado, datan de la administración del entonces alcalde, Salvador González, con el se pretendió cobrar una renta por determinado espacio de tiempo, pero el proyecto no cuajó por lo que esta administración de Ramón Guerrero pretendía darle otro giro en aras de mejorar la imagen y funcionalidad de los semáforos.

No ha sido así y se desconocen los motivos, lo cierto es quien sale perdiendo ante estas incapacidades es la propia ciudadanía de Puerto Vallarta.