326 alumnos que regresaron de nueva cuenta a clases a su dañada escuela en Agua Azul, toman clases con el riesgo de que haya alguna contingencia, para resolver el problema, la SEP y CAPECE, se lavan las manos, denuncia Guadalupe Anaya
Por Mauricio Lira Camacho
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Alumnos, maestros y padres de familia, rezan para que no llueva, pues de lo contrario deberán salir literalmente corriendo de la escuela Adolfo López Mateos en el agua Azul, por el riesgo de derrumbe.
El problema es grave, califica la regidora de Movimiento Ciudadano, Guadalupe Anaya, presidenta de la comisión de educación, pues tanto la Secretaría de Educación Pública, SEP, como CAPECE que se encarga de infraestructura en planteles, se lavan las manos, dejando indebidamente un problema al ayuntamiento.
Pero aclara que al tratarse de alumnos y maestros, ella como titular de esa comisión, tiene la obligación de trabajar para que no haya problemas, y se busque una solución a favor de los afectados.
Este pasado 7 de enero del 2014, 326 alumnos de esa institución, regresaron como millones de niños a clases, pero el problema para ellos fue que en el sindicato de Filarmónicos, sin previo aviso, les impidieron el ingreso, se trata de un recinto prestado temporalmente.
Ante la preocupación de padres de familia, decidieron urgentemente que para no perder clases, regresar a su inmueble original.
Es la Escuela Primaria Adolfo López Mateos de la colonia Agua Azul un dictamen conjunto de las unidades municipal y estatal de protección civil el año pasado informó que no era procedente que la escuela fuera ocupada.
En entrevista con este medio, la regidora Anaya señaló que ante la gravedad del asunto, este martes por la noche hubo reunión con titulares de protección civil local y de planeación, así como con Roberto Palomera de la DRSE, para buscar una solución.
En lo que quedó el acuerdo es que el municipio, podría realizar algún tipo de obra de resguardo para el plantel.
Hay desde este martes pasado guardias de padres de familia, quienes no se despegan del edificio escolar, garantizando seguridad a los pequeños.
La edil manifestó que la unidad municipal de protección hará un segundo peritaje y se solicitará a una tercera instancia, uno más, para tomar decisiones.
Sin embargo, mientras pasa el tiempo, los niños siguen teniendo clases en su escuela dañada, con el riesgo de derrumbe y con las oraciones en la mente para que no haya contingencia alguna, principalmente de lluvia.
Aquí la responsabilidad de solucionar el problema es de la SEP y CAPECE, dependencias que solamente se lavan las manos en este caso, de una solicitud que se le hizo a la Universidad de Guadalajara, a través de Raúl Padilla, para que pudiera prestar temporalmente instalaciones de lo que fue la preparatoria regional, Ignacio Jacobo en el Libramiento, la respuesta fue tajante ¡No!.