En semana santa y pascua, en cruceros y plazas, aumentó sin control la presencia de franeleros, indigentes y minusválido que se dedican a pedir dinero a las personas
Por Mauricio Lira Camacho
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Reglamentos nunca tuvo control y ahora cruceros así como plazas están inundadas de franeleros, indigentes y minusválidos que se dedican únicamente a pedir dinero a las personas residentes y turistas tanto nacionales como internacionales.
En el crucero de Fluvial Vallarta, entronque con Prisciliano Sánchez, se ubican personas originarias de la ciudad de Tepic, quienes representan a grupos asistenciales de rehabilitación, son tres jóvenes que trabajan en cada esquina boteando a los automovilistas.
En otros puntos de este exclusivo fraccionamiento, están los vendedores invidentes y débiles visuales que venden chicles y boletos asistenciales.
Además de una persona mayor y una joven que en bastante tiempo, circulan en sus sillas de rueda pidiendo ayuda.
En el crucero de avenida de ingreso a Puerto Vallarta, a la altura de la administración portuaria integral, API, existen un matrimonio de edad avanzada que se dedican a vender productos hechos a mano, además de muchachas que promocionan artículos de consumo diverso.
En contra esquina de avenida de ingreso con la Prisciliano Sánchez, este miércoles apareció una persona de edad avanzada haciendo el papel de limpiar parabrisas de los automovilistas a cambio de dinero.
En la plaza Lázaro Cárdenas, ya tiene un mes trabajando como minusválido un joven originario de la ciudad de Tepic, capital del estado mexicano de Nayarit, de nombre Armando López García, quien tiene un pie amputado, derivado de un accidente en un tren ocurrido hace años en Sinaloa.
Hoy lo que requiere es una prótesis, y para ello se colgó un letrero incluso en inglés en su pecho, para que los turistas extranjeros le dejen por lo menos dólares.
Dijo que es oriundo de Tepic, y se vino a Puerto Vallarta, pues acá – dice- las condiciones son mejores.
Tiene 30 días de haber llegado y nadie le dice nada, no sabe quiénes son las personas encargadas del área de reglamentos, pero señaló que a pesar de que ningún inspector de la dependencia lo ha molestado, dijo estar tranquilo, pues nada malo está haciendo.
Necesito mucho dinero para mi prótesis en mi pierna, la cual perdí en su mayoría luego de una caída que tuve en el tren.
Me voy a quedar en Puerto Vallarta, me ha ido bien y nadie me molesta, ando en esta plaza (Lázaro Cárdenas), recibo limosna de las personas, nadie me molesta.