Originarios de Guadalajara y León, sobre el malecón leen pancartas y exponen que en esta zona debe haber vendedores
Por Mauricio Lira Camacho
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Todos tenemos derecho a ganarnos la vida, sino venden, y hay desempleo, existe el riesgo de que las personas cometan delitos, opinan turistas respecto a las manifestantes en el malecón.
En una rápida encuesta hecha por este medio, personajes locales y viajeros nacionales, externan su apoyo en el sentido de que en el malecón de Puerto Vallarta, debe haber una política equilibrada del número de vendedores ambulantes y en puestos semifijos, pero de una manera ordenada y controlada.
Existe sobre el malecón casi frente al edificio de la presidencia municipal, una manifestación de mujeres artesanas, con mantas y cartulinas en las que se leen consignas de ser un movimiento que exige respuestas del gobierno local, que encabeza Ramón Guerrero.
Exponen que fueron sacados de sus áreas de trabajo del malecón II y no hay propuestas de donde podrían laborar, salvo los diminutos cubículos junto al estacionamiento público Benito Juárez.
Ahí, han dicho que no, por considerar nadie los ve, y deben pagar una renta de entre 2 y 3 mil pesos al mes.
Un señor de edad avanzada, caminó de sur a norte y se topó con este movimiento, se detuvo a leer y movió la cabeza en sentido negativo.
Al preguntarle su opinión dijo, “todos tenemos derecho a trabajar y ganar el sustento para las familias, si estas familias no se les permite laborar al rato van a delinquir”.
Era una persona ya mayor, “aquí siempre ha habido toda la vida, vendedores que le dan vida al malecón, ha crecido, hay más gente más turismo, solamente debe regularse la actividad y punto, no es complicado”, dijo.
Un padre de familia originaria de León, Guanajuato externó que cada año visita Puerto Vallarta y siempre hay cambios.
Este ha sido notorio, pero no se debe abusar con la política, no puedes desaparecer a todos los vendedores hacen falta.
Otro turista en compañía de su familia, esposa y cuatro niños, originarios de Guadalajara, señaló que la falta de vendedores en el malecón, le originó por ejemplo tener que caminar desde la altura del hotel Rosita hasta el Cuale, para poder comprar algún recuerdo, y tiene que ser con los vendedores, porque en mi caso – dijo-, tengo familia pocos recursos y adquirir regalos en negocios establecidos es mucho dinero.
Venimos a comprar unos cuadros y recuerdos pero en todo el malecón, no hay y llegamos hasta el Cuale y ahora de regreso, “creo que las autoridades no deben abusar, están para mediar y llegar a soluciones si estas personas se cansan al rato van a robar, eso es lo que no se vale”, dijo al tiempo de pasear con su familia en el malecón de Puerto Vallarta.