* Fue detenida el 4 de diciembre 2013, se le imputaron delitos que no cometió, un año tardó la justicia en llegar a ella. Se trata de la señora, Yolanda Lechuga Llamas, vecina del fraccionamiento Villas Miramar “desafortunadamente fue una terrible experiencia que me pasó en el transcurso del año, pero son cosas que solamente Dios sabe porqué me llevó a eso; el ser bueno, el ser noble te lleva a que arrastres a tu familia a que sufran y batallen lo que tú batallas en ese lugar…” dijo entre sollozos ya en libertad la señora Yola.
Por Paty Aguilar
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Hace un año, exactamente el 4 de diciembre del 2013, la señora, Yolanda Lechuga, fue detenida por la policía estatal de Nayarit, se le imputaron delitos que a la postre no fueron comprobados por tal motivo, este viernes 5 de diciembre 2014, fue declarada en libertad absoluta al no acreditarse delito alguno. En aquella fecha, los elementos de la policía irrumpieron en su casa y delante de sus hijos y su esposo, fue retenida, se le acusó de delito contra servidores públicos en agravio de la sociedad por lo cual fue absuelta, sin embargo, también fue acusada de Halconaje, delito que durante el proceso legal dicha acusación fue desvirtuada.
Es el caso que el pasado viernes alrededor de las 8 y media de la noche salió de la cárcel estatal Venustiano Carranza donde su esposo e hijos la recibieron. Como su caso fue tratado en el juzgado penal de Bucerías, este lunes 8 de diciembre, llego a esta oficina a firmar su libertad para concluir por el momento con este proceso y esperar si la Fiscalía General de Nayarit, en el plazo que otorga la ley no apela la sentencia.
Entrevistada al respecto, luego de salir del Juzgado Penal, narró lo que pasó durante su cautiverio “desafortunadamente fue una terrible experiencia que me pasó en el transcurso del año, pero son cosas que solamente Dios sabe porqué me llevó a eso; el ser bueno, el ser noble te lleva a que arrastres a tu familia a que sufran y batallen lo que tú batallas en ese lugar donde estuve presa durante un año inocentemente porque yo de todo lo malo que él hacía y de lo que me acusaban no sabía, ya pasó un año, vieron que yo soy inocente, me dieron mi libertad porque no hay delito que perseguir contra mía, me acusaron de obstruir el trabajo de la autoridad y por halcón…” Y es que el día de su detención también fue arrestada otra persona que solía estar cerca de esta familia al cual lo acusaron de delitos contra la salud y homicidios. A raíz a de su detención sus 3 menores hijos dejaron de ir a la escuela, traspasaron su casa en Villas Miramar y se fueron a radicar a la ciudad de Tepic para estar cerca de su madre y esposa donde pasaron penurias y sobrevivieron de la venta de dulces, semillas y cacahuates durante todo este tiempo.
Agregó que hoy ya la habían regresado con su familia “Y pues no me queda de otra más que echarle ganas, ya lo pasado, pasado y ahora me siento más fuerte que nunca para salir adelante y pues hacer algo para mis hijos porque desgraciadamente me quedé completamente en la calle; lo único que tengo y de mucho valor puyes a mi esposo y a mis hijos y por ellos voy a luchar hasta donde tope” señaló.
En relación a que esa amistad que tuvo con la persona que fue detenida junto con ella ese día de los hechos, a quien ella y su familia lo atendían como amigo porque no tenía familia en este lugar, dio un consejo para las personas que son ella “las personas que sean como yo se fije, porque la verdad ser tan bueno, no nos lleva a nada bueno. Yo pienso y yo me agarraba diciendo –ay Dios Mío porque este castigo, porque me trajiste a este lugar, no merezco estar presa si yo soy buena, yo soy noble-. Yo la verdad nunca en mi vida me imaginé que el ser bueno me iba a llevar a la cárcel, pero desafortunadamente las cosas fueron así y pues ya no hay nada qué hacer” lamentó.
Y es que Yolanda y su familia le echaron la mano a este hombre que le dicen “El Loco” el cual tenía una forma de vivir que no era apropiada, que ya había estado en la cárcel varias veces y siempre al salir recurría a ellos donde siempre se le dio la mano “al igual que a tantas personas que llegaban con nosotros y los invitábamos a comer” Efectivamente, esta reportera fue también bienvenida a la casa de Yolanda al igual que otros vecinos que gustaban de ir a su casa donde siempre fuimos tratados con generosidad, es por ello que cuando fue detenida se entregaron a la autoridad firmas de vecinos y amigos que avalaron la buena conducta de Yolanda.
Finalmente, Yolanda refirió que su estancia en la cárcel los dos primeros meses fueron terribles porque dejó de ver a su familia de manera abrupta, sin embargo, dijo, con el paso de las semanas, se pudieron establecer en Tepic y eso le dio más tranquilidad. Asimismo comentó que tuvo buen trato dentro de la cárcel donde afortunadamente se le permitió vender los productos que elaboraba su esposo vendiendo las bolsitas a cinco pesos entre sus compañeras lo que le permitió tener una entrada de dinero hasta el último día que estuvo presa.