Dicen afectados que por cuestiones de revanchismo político, pretenden reubicarlos a las plazas Hidalgo y Lázaro Cárdenas
Por Mauricio Lira Camacho
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En campaña les pidieron apoyo, se los dieron, ahora en el gobierno, los desplazan del malecón y los obligan a trabajar en las plazas Hidalgo y Lázaro Cárdenas.
Se trata de vendedores de papas y duritos, quienes se cansaron de las reuniones con la titular de padrón y licencias, Iris Ulloa, quien en tres ocasiones les cambió órdenes.
Primero que solamente algunos podrían seguir vendiendo en el malecón, ellos estaban incluidos, en la segunda prácticamente lo mismo pero en la tercera más reciente, ya les dijeron que no es posible sigan ahí, y ahora a desplazarse a otro lado, bajo la amenaza de que no hacerlo es hacer frente a los inspectores.
Algunos de quienes hablaron a este medio, dijeron que esta es una persecución, siendo que tienen el derecho de la actividad desde hace más de 15 años.
Trabajar en el área del malecón, y hacerlo de manera pausada, dos veces por semana, no diario, pero no lo entiende, – dicen los afectados-, la propia autoridad.
En este momento el diálogo se tuvo únicamente con Ulloa, pero cambió de planes de un día para oro, denuncian.
Se trata de familias que viven de lo que diario perciben de las ganancias por la venta de papas y duritos.
Dicen que necesitan estar en el malecón, principalmente cuando se organizan eventos con asistencia masiva de personas, es una tradición que consuman estos productos.
José de Jesús Florentino, uno de los afectados dijo que tiene vendiendo 17 años en el malecón, en todo este tiempo hemos recibido el respaldo de los gobiernos en turno tanto de priistas como de panistas pero en esta de movimiento ciudadano, ya no.
Hemos asistido a varias reuniones, pero no nos dejan, “resulta que Iris Ulloa nos comentó que ya no podemos trabajar en el malecón”.
Nos están mandando al parque Hidalgo y Lázaro Cárdenas, lugares donde anteriormente hubo ya problemas con otros vendedores, los vecinos y negocios establecidos, no los quieren tampoco, estamos en desventaja, aducen.
Otro de los afectados de nombre Daniel R. Tejeda, señaló que esto es revanchismo político, nosotros tenemos un rol de que entramos dos vendedores por día para no saturar, pero en esta última reunión fueron tajantes al decirnos que no era posible, te estoy hablando de 18 años de trabajo ininterrumpido.
En las dos primeras reuniones se dijo que quienes se quedaban en el malecón para vender eran los que ofertan globos, algodones y de tuba, a nosotros ya nos quitaron.
Finalmente, Samuel Juárez, relató que tienen el mismo problema, lo que les preocupa es que su economía ya se ha visto mermada, no son los mismos ingresos, perdemos empleos directos e indirectos.
Lo que pedimos es que nos dejen a vender estos productos típicos de años en Puerto Vallarta, dijo finalmente.