Guadalajara • El propietario del bar Barbaresco, que se ubica en la colonia Providencia de Guadalajara, entre otras cadenas de restaurantes, Alejandro Sánchez Garza, reconoció haber lavado dinero producto del narcotráfico ante la Corte Federal de Estados Unidos, de acuerdo con informes difundidos por diversos diarios norteamericanos.
A principios del año 2011 fue señalado, junto con su hermano Mauricio, por la Drug Enforcement Administration (DEA), como presunto responsable de operaciones ilícitas con dinero proveniente del narcotráfico.
A principios del 2012, fue detenido Mauricio, y en septiembre fue aprehendido Alejandro, acusados de lavado de dinero, e incluso extorsión en contra de un productor cinematográfico. Se afirma que están sentenciados a siete años de prisión por tales actos.
Años atrás, su padre, Jesús Sánchez Barba, había sido sancionado por prácticas similares de lavado de capitales del narcotraficante Rafael Caro Quintero, tanto en México como en Estados Unidos, en los sectores inmobiliario, automotriz, financiero y comercial.
Los hermanos operaban un restaurante con características similares en San Antonio, Texas, que llevaba por nombre Enoteca, mismo establecimiento en el que presumiblemente lavaban recursos obtenidos en actividades relacionadas con el crimen organizado y el narcotráfico.
Según los medios estadunidenses, los Sánchez Garza transfirieron y limpiaron por varios años, diversas cantidades de dinero ilícito entre México y Estados Unidos, que aparentemente “arreglaban” en operaciones inmobiliarias, negocios comerciales y transacciones financieras, para posteriormente incorporarlos al mercado ordinario de capitales.
En tales acciones, se advierte vinculación con el ahora prófugo Álvaro García de Quevedo, propietario de la casa de cambio InMex, también acusado de lavado de dinero por parte de la Procuraduría General de la República y la DEA.