De acuerdo con datos del Instituto de Políticas sobre la Tierra (Earth Policy Institute, EPI) la producción de carne de res en el planeta creció 600% desde el año 1950, lo que puso en una situación difícil a los productores para manejar el costo de la comida de los animales.
Los precios de los granos se duplicaron entre 2007 y 2008 y para finales de 2010 habían repuntado de nuevo.
Por eso, la demanda de proteína se ubicó en otra dirección. Entre 1950 y 1980, la pesca aumentó de 17 millones de toneladas a cerca de 90. Sin embargo, los pescadores empezaron a sobreexplotar los mares, yendo cada vez más profundo sólo para conseguir menores cantidades.
Por eso las granjas han prosperado, alimentarlos es menos costoso que alimentar a cerdos o reses y la industria ha crecido a tasas de 6% en los últimos años, demuestran datos de EPI.
“Más allá de consideraciones económicas, preocupaciones sobre la salud y el medio ambiente han llevado a muchos países a reducir el consumo de carne de res”, apunta un documento del organismo.