CIUDAD DE MÉXICO, 21 de julio.- Pese a la desconfianza que crea la violencia en México, la sociedad no debe olvidar ser un país hospitalario «como siempre se ha distinguido», pidió el cardenal Norberto Rivera Carrera, al celebrar la misa dominical en la Catedral Metropolitana.
«Yo sé perfectamente que en estos tiempos de tanta violencia no es fácil practicar la hospitalidad en una gran ciudad individualista y anónima pero, gracias a Dios, siempre podemos encontrar nuevas formas y modos de expresar el sentido que llevamos dentro y que nos recuerda que todos nosotros somos huéspedes en esta tierra.»
En su homilía motivada por las lecturas del Evangelio, el cardenal señaló que además de «ser una buena práctica cristiana», la hospitalidad beneficia al sector turístico y con ello la economía del Estado, sobre todo en la Ciudad de México.
«Esto sería practicar lo fundamental de la vida cristiana. El amor, el amor para aquellos que no conocemos que vienen de lejos pero, además, nuestra gran ciudad saldría ganando si nosotros somos atentos y amables con aquellos que nos visitan.»
En este sentido el arzobispo pidió no descuidar las tareas familiares y humanas, «perdidos en el trabajo» y las actividades diarias.
Asimismo, pidió a los mexicanos no olvidar la enseñanza de Jesucristo, quien refirió que «venimos a servir, no a ser servidos», lo que tampoco significa dejar el trabajo y los compromisos sociales.