Detiene la PGJDF a la banda de robaviejitos

México • Después de Juana Barraza, La Mataviejitas, la amenaza contra las personas de la tercera edad regresó con una banda que engañaba a los ancianos para ingresar a sus domicilios, suministraba medicamentos para someterlos y finalmente robarles sus objetos de valor.

Desde hace dos meses, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal ingresó las primeras denuncias procedentes de las delegaciones Benito Juárez y Álvaro Obregón, pero fue el pasado 1 de julio cuando tres hermanos de entre 80 y 90 años aparecieron intoxicados en su casa. Esa fue la alerta mayor.

Entonces se allegaron de declaraciones de testigos y videos de las cámaras de vigilancia para obtener los primeros indicios. Así consiguieron las placas del vehículo en el que huyeron los presuntos delincuentes después de agredir a un anciano.

Ayer el procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, presentó a dos mujeres y un hombre relacionados con al menos seis averiguaciones previas que documentan tres crímenes, seis tentativas de homicidio y varios robos a casa habitación.

Mónica Belén Martínez Morales y Evelyn López García iniciaron la organización criminal, ambas invitaron a Félix Valencia Santos, pareja de Mónica. Además hay otro hombre y una mujer prófugos, pero la Policía de Investigación ya los identificó.

“Ellas manifestaban pertenecer a una empresa nutricional donde ofrecían estos productos, ganándose la confianza de los adultos mayores; también les ofrecían un masaje de relajación de forma gratuita”, explicó el funcionario local.

La estrategia del grupo delictivo comenzaba en las iglesias, ahí contactaban a las víctimas, se acercaban a ellas para ofertarles productos alternativos que aparentemente ayudaban a mejorar su estado de salud.

Después de seguirlos hasta su domicilio y verificar que vivían solos, continuaban la conversación hasta convencerlos de permitirles ingresar al interior de las viviendas con el pretexto de hacerles una demostración de los medicamentos naturistas.

“Era venta por cambaceo, cuyos principales clientes eran personas adultas mayores y una vez que lograban entrar a la casa hacían reconocimiento del lugar y distraían a la víctima para sustraer objetos de valor.

“Sin embargo, las líderes del grupo, Mónica y Evelyn, acordaron cambiar de estrategia, según ellas, para no correr mayores riesgos, y decidieron suministrar medicamento a sus víctimas para adormecerlas”, abundó Ríos Garza.

Conforme pasó el tiempo, la peligrosidad de las mujeres aumentó, de ser amables y serviciales a usar armas de fuego con las que amenazaban a sus víctimas.

La mañana del 1 de julio, tres hermanos de entre 80 y 90 años confiaron en las dos mujeres, quienes llegaron hasta su casa ubicada en la colonia Mixcoac, delegación Benito Juárez.

Les prepararon “leche de alpiste”, advirtiéndoles que su estabilidad física se reflejaría inmediatamente, solo que aquella mañana vertieron el medicamento conocido como flunitrazepam.

Este último, según el análisis de la PGJDF, les provocó pérdida de la conciencia por una depresión en el sistema nervioso central que induce dificultad respiratoria, lo que fue aprovechado por los delincuentes para sustraer objetos de valor, tarjetas bancarias y dinero.

Las víctimas quedaron tendidas y otros familiares pidieron ayuda para trasladarlos a un hospital, donde una mujer de 94 años falleció y el resto se recuperó para rendir su declaración.

Aunado a esto, la procuraduría capitalina obtuvo videos de los cajeros automáticos donde retiraron dinero en efectivo, y al ser detenidos en un vehículo Neón, en la cajuela había diversas pertenencias, incluso la despensa que encontraban en las viviendas.

Las tres personas fueron consignadas ante un juez por los delitos de homicidio, tentativa de homicidio y robo a casa habitación, mientras la PGJDF continúa con las investigaciones para ubicar al resto de la organización delictiva.